Recibo un e-mail de nuestro común amigo Victor Trujillo en el que me comunica que por aquí hay muy pocas recetas de salsa boloñesa, y animándome a que escriba alguna. Pues bien, resulta que mucho antes de que se conociera por aquí la pizza, yo ya estaba harto de comerla. La razón: mis padres tuvieron una cocinera que se había educado en Italia y la hacía, y también hacía los tallarines en casa con harina y agua, y… bueno, un montón de platos italianos, entre los que se encontraba esta salsa boloñesa, que es sencilla y absolutamente deliciosa.
Necesitaremos:
- Una zanahoria
- Unas ramas de apio
- Una cebolla
- 250 gramos de carne picada de ternera
- 1 vasito de vino tinto, a ser posible Varaldo, pero como eso es caro y difícil de encontrar, nos vale algo de Toro, entradito en grados y en taninos
- 1 bote de tomate triturado y tamizado
- agua
- aceite de oliva virgen extra
- sal y pimienta.
Yo la he enriquecido con una cucharadita de pimentón de la Vera y un chorrito de salsa de soja porque me parecía que le podía ir bien y… acerté.
Preparación:
La cosa es tan sencilla como pelar y picar bien las verduras, freírlas en el aceite de oliva, añadir el pimentón y la carne picada hasta que pierda el color rosado. A continuación ponemos el tomate y el vino, y dejamos que pierda el alcohol y le transmita el color oscuro del vino. Añadimos un buen chorrito de agua del grifo, salamos, le añadimos la pimienta, y dejamos que vaya haciéndose a fuego medio durante una media hora. Tiene que quedar espesita.
¡Ah! por cierto, no hay foto. Nos la hemos comido con los espaguetis.
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