La “mémère”, para hacer estas galletas, en la cocina de carbón, utilizaba un molde de hierro, pieza de museo que ahora custodia una de sus hijas, Celina, y que a veces tiene el placer de usar. Sus apellidos Kopp Rapp se han perdido, no así la fórmula de sus galletas, orgullo familiar centenario, que hacen todas sus nietas y alguna de sus biznietas, y allegados como yo.
Su nieta Luisina me ha prestado su “gofrera” eléctrica llegada de Bélgica, de alvéolos pequeños, y de la que no puede desprenderse a pesar de los años que tiene, reparada y remendada en múltiples ocasiones su uso requiere de bastones y ayuda. Tiene varias más, pero ésta es insustituible.
Con ella he hecho gofres, los de su abuela que son los de ella, tienen forma de panal, y saben a mantequilla. Gofres que son galletas.
Estas galletas son un apreciado obsequio, de las que no se puede comer sólo una, y que en la familia se regalan con frecuencia en las meriendas, en las fiestas, y en las convalecencias.
Antes de comenzar a escribir esta receta, la familia ha probado las galletas, he aprobado y obtenido el Vº Bº, pero anteriormente ya me había dicho Luisina que le gusta leer estas letanías.
Fórmula de la mémère:
Ingredientes:
- 300 g de harina
- 250 g de mantequilla
- 250 g de azúcar
- 200 g de huevos (o 4 huevos) y 50 ml de brandy
- Una pizca de sal.
Útiles:
1. Se precisa de un molde con alvéolos pequeños, que empezamos a conocer como gofrera.
Elaboración:
1. Mezclar con varillas añadiendo por orden los huevos y el licor, el azúcar, la sal, la mantequilla licuada en un cazo o en el microondas. Y, por último, la harina. Reposar en la nevera, al menos dos horas, también pueden reposar de un día para otro.
2. Calentar la gofrera con antelación.
3. Tomar similares porciones de masa con una boleadora o cuchara de helados, o con dos cucharas, con una tomas una porción de masa y con la otra la desprendes. Depositarlas sobre la superficie de la gofrera.
4. Cocer el tiempo adecuado para que tomen el color tostado que a ti te gusta. Retirarlas y dejarlas extendidas en una o varias fuentes para que se enfríen. Están blandas. Tienen que asentarse.
5. No tienes que ponerte nervioso, están más ricas al día siguiente. Espera.
Variaciones para personalizar las galletas y sorprender a la familia:
La fórmula popular dice: la misma cantidad de harina, huevos, mantequilla y azúcar. Cualquier cosa que hagas con estos ingredientes, a no ser que se te queme, te gustará, es lo que me dice mi experiencia.
Es una masa cuatro cuartos cocida entre dos placas alveoladas.
Puedes hacer un cuatro cuartos puro: 250g de harina, huevos, mantequilla y azúcar.
Puedes sustituir un huevo (50 g) por 50 g de licor: brandy, anís, ron, güisqui, etc. o vino: blanco, cava, vermouth, etc. Se puede reducir su alcohol calentándolo durante unos minutos. Si hay niños en casa puedes usar leche o zumos naturales: naranja, mosto, etc. También puedes dejarlo así: con un huevo menos.
Puedes aumentar 50 g la cantidad de harina (las galletas de la mémère).
Puedes aumentar 50 g la cantidad de azúcar.
Puedes incorporar a la masa alguna de las especias molidas que te gustan: canela, clavo, cardamomo, jengibre, nuez moscada, etc.
Las abejas llenan los alvéolos del panal con miel, piensa con qué puedes rellenar los de esta galleta, para regalar a esa novia que tanto te quiere.
Y en Internet tendrás cientos de recetas.