Gofres de tomates secos y parmesano

Los gofres no tienen porque ser dulces, ni llevar chocolate. ¿Qué tal unos con tomates secos, parmesano y cubiertos olivada negra?

Ingredientes
[Para unos 8 gofres]

  • 150 gr. de harina
  • 1 huevo
  • 200 ml. de leche
  • ½ sobre de levadura química
  • 1 pizca de sal
  • 40 gr. de parmesano en copos
  • 40gr. de tomates secos en aceite
  • 40 ml. del aceite de los tomates
  • Orégano

    Elaboración

    Se mezclan los ingredientes secos, harina, levadura, sal y orégano. Se añade la leche, la yema del huevo, los copos de parmesano y los tomates secos picados finos, amasando bien para que quede todo bien amalgamado. Por otro lado se monta la clara del huevo a punto de nieve y se incorpora a la masa usando movimientos envolventes. Dejar reposar la mezcla en un lugar calido y con cierta humedad durante 15 o 20 min.

    Mientras vamos preparando la gofrera, pincelando con un poco de aceite la superficie para que quede bien engrasada. Una vez están bien calientes las placas (se sabe cuando pones una gota de agua y esta baila en la superficie), ponemos un par de cucharadas de la masa en cada cuadricula de gofre, con cuidado de no excedernos, porque al cerrarlo se desparramará por los extremos.

    El tiempo de cocción del gofre dependerá del aparato en cuestión y de la potencia que tenga. El mío no tiene ningún tipo de regulador, así que hay que estar al loro de que no se quemen, pero hay que tener cuidado porque tampoco pueden quedar crudos. Se les puede ir echando un ojo y pinchándolos con un palillo para ver si están cocidos.

    Al final he llegado a una conclusión no muy ortodoxa, pero que me ha resultado práctica, que es hacerlos en dos tiempos. Primero hago todos lo gofres seguidos, hasta que tienen un bonito color tostado. Y cómo, no me los como todos de una atacada, para las siguientes degustaciones, vuelvo a calentar la gofrera, los pongo allí a calentar un rato y vuelven a quedar de lo más crujientes. Aquí sí que debéis opinar los expertos en repostería, porque yo soy una autentica profana en el tema y lo mismo en una segunda cocción, si el gofre hubiese quedado algo crudo, ya no se termina de hacer.

    La degustación es estupenda con un buen paté ecológico de olivas negras aragonesas. Además da la sensación de estar saboreando un gofre con chocolate, pero el sabor es totalmente inesperado!