Galletas saladas de queso de cabra

La presentación de las galletas esta inspirada en un juego de mesa, el jenga. Me parecía divertido servir un aperitivo para invitados que a la vez se prestase para competir por ver quien tira la torre de galletas.

Los blogs de Sigrid Verbert están llenos de bellas tentaciones culinarias. Me gustan sus recetas y me fascinan sus fotografías. Sigrid escribe Le chou de Bruxelles, en francés y Il cavoletto di Bruxelles, en italiano y ya ha publicado dos libros de recetas. Esta receta de galletas, es de su blog y ella a su vez, se ha inspirado en otro blog, el de Clea, de donde he retomado algunas de las ideas originales, como poner aceite de oliva en vez de mantequilla. También he introducido mis propios cambios, como añadir nueces y cambiar el tomillo por el romero.

Como me fascina esta sal negra, me excedí con la cantidad y las galletas quedaron un poco saladas, así que tened ojo y no le pongáis tanta. Si no tenéis sal negra y os apetece poner una vistosa, podéis haceros una sal de vino, que tiene un atractivo color magenta. Otra alternativa, que tiene el mismo efecto cromático que esta receta, sería con sésamo negro.

La presentación de las galletas esta inspirada en un juego de mesa, el jenga. Me parecía divertido servir un aperitivo para invitados que a la vez se prestase para competir por ver quien tira la torre de galletas.

Galletas saladas de queso de cabra

Ingredientes

  • 100 gr. de queso de cabra
  • 100 gr. de harina
  • 1 yema de huevo
  • 40 gr. de aceite de oliva virgen
  • 40 gr. de nueces picadas
  • 1 cda. de romero seco
  • Sal negra de Hawai

    Elaboración

    Triturar con ayuda de un tenedor el queso y añadir la yema de huevo, el aceite, las nueces y el romero. Remover bien, hasta conseguir una crema homogénea. Una vez ligados los ingredientes, se incorpora la harina y se amasa el conjunto hasta que tenga una textura similar a la pasta quebrada, añadiendo si es preciso más harina. Dejar reposar en el frigorífico, mínimo durante una hora.

    Con la ayuda de un rodillo damos forma a la masa, para que tenga medio centímetro de altura. Espolvorear la sal negra de Hawai y presionar ligeramente con el rodillo, después cortar rectángulos de 8 cm. de largo por 2 cm. de ancho. Los colocamos sobre una superficie antiadherente (en este caso una lámina de teflón) y los introducimos al horno durante 15 o 20 min a 180 º, hasta que estén ligeramente dorados.

    Inspirado en:

    Fingers salés chèvre, thym et sel noir des Hawai de Le chou de bruxelles

    Petits sablés au fromage de chèvre et au thym de Clea Cuisine