Croquetas de gorgonzola y salmon ahumado

El sabor a ahumado del salmón combinado con el del queso gorgonzola es el protagonista indiscutible de estas croquetas. Y si a ello le añades la cremosidad de un puré de patatas con Philadelphia el resultado es... tienes que probarlas!

Para preparar estas croquetas se necesitan 100 gramos de queso gorgonzola, 4 lonchas de salmón ahumado, 2 patatas medianas cocidas, 100 gramos de queso Philadelphia, 2 yemas de huevo, harina, pan rallado, sal y aceite de oliva.

Tendremos a mano un bol para mezclar los ingredientes, un tenedor, dos cucharas, papel de cocina, una bandejita para las croquetas y una sartén para freírlas.

Todo listo. Sólo nos queda poner un poquito de música de fondo al gusto y… acción!

Pelamos las patatas cocidas y frías y las aplastamos con un tenedor en el bol hasta que consigamos un puré. Le añadimos el queso Philadelphia y las dos yemas de huevo, y amasamos hasta conseguir una masa de textura cremosa. Entonces añadiremos el gorgonzola y el salmón ahumado, ambos en trocitos pequeños. Mezclamos todos los ingredientes, probamos la masa y echamos sal al gusto.

Ha llegado el momento de hacer las croquetas. Nos ayudamos de las dos cucharas para ir formando las croquetas. Dependiendo del tamaño que se quiera nos saldrán distintas cantidades, entre 15 y 20 croquetas. Las enharinamos y seguidamente las pasamos por las yemas del huevo batido con una pizca de sal y por el pan rallado. Las ponemos en la bandejita y las metemos al congelador una media hora para que la masa se endurezca un poco y evitar así que de deshagan al freír.

Pasada una media hora las sacamos del congelador y las freímos en aceite de oliva. Las ponemos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y listo!

El resultado: tu olfato te llevará hacia la cocina con los ojos cerrados para descubrir unas croquetas sencillas y rápidas de hacer con un sabor diferente. Ideales para una cena, un aperitivo o para un picnic de fin de semana.