Croquetas negras de mijo y berenjena

La tinta de calamar no es un ingrediente vegetariano, así que el reto era conseguir un producto que nos diese un intenso color negro.

Ingredientes (para unas 15 croquetas)

Para la base: 100g de mijo – el triple en volumen de caldo de verduras – 3 chalotas – 1 berenjena pelada – aceite de oliva virgen extra – sal

Para la “tinta de algas“: 15g de alga hijiki – 150 ml de agua – dos cucharadas de mirin – 4 cucharadas de tamari o salsa de soja

Para las croquetas: harina blanca – huevo batido – pan rallado – sal – aceite de oliva para freír

Preparación

Prepararemos primero la “tinta”. Para ello, pondremos a cocer, sin necesidad de remojar, el alga hijiki a fuego lento con el mirin y la soja. Cocer hasta que esté blanda y pasar por un robot de cocina potente (yo he empleado el Thermomix), hasta obtener una crema espesa, que se puede reducir un poco a fuego medio hasta obtener una pasta más densa. Reservar.

Rehogar la chalota picada muy fina en aceite de oliva con un poco de sal. Cuando sude, agregar la berenjena pelada, en trozos pequeños. Os aconsejo que la peléis para que el relleno resulte más meloso. Dorar unos minutos e incorporar el mijo, que rehogaremos en el aceite un par de minutos. Incorporar tres o cuatro cucharadas de “tinta” según el color más o menos intenso que deseéis y el caldo vegetal. Cocer tapado, removiendo de vez en cuando, durante unos 20 minutos. Es conveniente que quede un poco pastoso para facilitar la elaboración de las croquetas.

Enfriar la preparación, y modelar unas croquetas. Pasarlas, por este orden, por harina, huevo y pan rallado. Si os gusta un rebozado más grueso y consistente, podéis pasarlas de nuevo por huevo y pan rallado. Y un consejo: salad un poco el huevo batido, el sabor será mejor.

Freír en aceite caliente hasta que estén doradas. Servir calientes.

Hace unos días, Monaguillo nos presentaba unas estupendas croquetas negras, teñidas mediante la utilización de tinta de calamar. La verdad es que la receta me pareció muy original, y enseguida me puse a pensar en una posible versión vegetariana. Evidentemente, la tinta de calamar no es un ingrediente vegetariano, así que el reto era conseguir un producto que nos diese un intenso color negro y que, al mismo tiempo, fuese natural, porque emplear un colorante químico sería absurdo e ilógico.

Así que después de mucho pensar, me decidí a probar con las algas hijiki. Como ya os he comentado, estas algas, de intenso color oscuro, tiñen de forma importante tanto el agua de remojo como la de cocción, así que eran perfectas. Procedí a prepararlas sin remojar, con la receta que arriba os indico, y obtuve una pasta parecida a una espesa tinta de intenso color negro.

Por lo demás, aparte del color, nada tiene que ver esta receta con la que presentaba Monaguillo. He decidido emplear mijo y berenjena para elaborar las croquetas, porque combinan excelentemente con las algas. Y aquí tenéis el resultado…

Probablemente, si hubiésemos oficiado unas croquetas con base de bechamel, el color hubiese sido más intenso. Aún así, podrían ser más oscuras, pero es que tampoco me quedaban muchas algas hijiki, y la “tinta” me quedó un pelín escasa, aunque creo que el resultado final es suficientemente negro, je, je…

En cualquier caso, ¡¡¡esta es la versión 1.0, ja, ja, ja!!!… probaremos a hacer croquetas negras con más técnicas e ingredientes, así como tengo la intención de hacer un “arroz negro” con esta “tinta de algas”… prometo publicar las siguientes versiones de este experimento…

¿Qué os ha parecido la idea?…