Plato típico de la cocina rural gallega y plato tradicional por excelencia cuando llega el invierno, ya que se sirve muy caliente. Para su preparación lo más usual es utilizar grelos, pero en caso de no encontrarse o de querer variar el tipo de verdura(como ha sido mi caso) se podrá sustituir por repollo, nabiza o la verdura gallega que es más verde y un poquitín más dura, por lo que necesitará más tiempo de cocción. Si lo preparas de un día para otro, te quedará muchísimo más rico, su salsa habrá espesado lo debido y los ingredientes se habrán mezclado convenientemente, lo que le potenciará el sabor del caldo.
Ingredientes:
– 1 repollo.
– 300 grs de habas.
– 70 grs de unto(manteca de cerdo).
– 300 grs de tocino o costilla salada de cerdo.
– 1/2 kg de patatas.
– Agua y sal.
Preparación:
– El día anterior pon a remojo en agua las habas y la carne de cerdo.
– En una olla con agua fría, lleva a ebullición la carne, con el trozo de unto y las habas,deja que se cueza todo a fuego lento durante 1 hora y media aproximadamente.
– Lava y trocea a mano la verdura, que añadirás en cuanto la carne lleve cociendo el tiempo indicado y haya impregnado el agua del caldo con todo su sabor.
– Retira la carne de la olla y resérvala. Aunque no el unto, que deberá permanecer en el caldo hasta el final.
– Cuando la verdura esté medio cocida, será le momento de añadir las patatas cortadas en trozos medianos.
– Sala el caldo, y en cuanto las patatas estén cocidas del todo, retira la olla del fuego, dejándolo reposar tapado al menos 30 minutos antes de servirlo.
Si el caldo te ha quedado algo suelto y quieres espesarlo, solo has de machacar el unto con unas cúantas habas y patatas, volcarlo todo en la olla de nuevo, remover un poco para mezclarlo y listo.