Ingredientes ( 4 personas)
Ingredientes
Las habas al ser frescas no necesitan remojo de ningún tipo. Simplemente lavarlas y escurrirlas.
Las almejas las dejaremos un par de horas en agua con un buen puñado de sal para que “beban” y eliminen las arenas que pudieran tener.
En una cazuela de barro, ponemos aceite hasta que cubra el fondo totalmente. Doramos la cebolla muy picadita sin que llegue a tomar color.
Añadimos las alubias y las cubrimos con agua fría. Cuando empiece a hervir, añadimos el azafrán. Les ponemos la sal con moderación, pues las almejas dan mucho sabor y añadimos una pizca de pimienta blanca.
Dejamos que hiervan a fuego moderado durante 35-40 minutos. En este momento que todavía no están del todo cocidas, añadimos la patata en trocitos pequeños. Con una es suficiente, ya que no queremos que predomine la patata. Es importante no cortarla con el cuchillo, sino más bien “chascarla” o sea, cortar un poco y seguidamente romper. Así soltarán el almidón que ayudará a espesar la salsa del guiso.
Las almejas las abrimos en una sartén amplia con un poquito de agua.
Una vez abiertas todas las incorporamos a la cazuela. Colamos el agua y se la añadimos tambien.
El conjunto no debe cocer en exceso, pues la almeja pierde jugosidad y se vuelve correosa.
Dejamos reposar durante unos minutos y servimos en cazuelitas de barro individuales. Esto le dará el punto “rústico” a este tipo de plato tradicional. Además he comprobado que el sabor de las legumbres es distinto cuando se prepara en barro. Probadlo y me contáis.
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