Tigres

Rica manera de preparar los mejillones, de forma diferente, consiguiendo ganarse gran parte de los paladares.

Ingredientes:

– 1kg de Mejillones
– 1 Cebolla
– Ajo
– Laurel
– Perejil
– Leche
– Tabasco
– Vino blanco
– Aceite de Oliva
– Huevo
– Pan rallado
– Harina
– Cayena
– Pimienta Negra
– Sal

Elaboración:

En primer lugar, limpiaremos los mejillones de barbas y concha. Tiramos aquellos que la concha esté rota, dañada o completamente cerrada. Una vez limpios, los coceremos al vapor con una copa de vino blanco, nosotros una vez más hemos utilizado Ribeiro, y unas hojitas de laurel fresco. Los tendremos al vapor hasta que estén todos abiertos. Los retiramos del fuego y separamos la carne de la concha, reservando ambas. También guardaremos el jugo que han soltado en el fondo de la olla para después utilizarlo como caldo aromatizando aun más la bechamel. Limpiamos las cascarás de nuevo dejándolas impolutas.

Pelaremos y picaremos la cebolla muy fina. Haremos también lo mismo con 4 dientes de ajo. Pasamos a pochar la cebolla y el ajo en un chorrito de aceite de oliva con un par de cayenas secas, su pizca de sal y de pimienta negra. Cuando tengamos todo bien pochado retiramos todas las cayenas para luego no tener sopresas. Añadimos 4 cucharadas de harina y la rehogamos bien para que coja el sabor. Luego añadimos el caldo reservado anteriormente y luego acabamos con leche. Nosotros hemos utilizado 350ml de leche. Mantendremos a fuego no muy fuerte sin dejar de revolver para que no se nos queme.

Picamos la carne de los mejillones finamente y añadimos junto a unas gotas de tabasco a la bechamel. Removeremos hasta conseguir una bechamel un poco espesa. La retiramos del fuego para que se temple.

Lavamos un manojo de perejil y lo cortamos finamente. En la bechamel templada es donde añadiremos este perejil y revolvemos para que se mezcle todo bien. Iremos rellenando las conchas de los mejillones limpios con la ayuda de una cucharilla.

Cuando los tengamos todos preparados, pasaremos a rebozarlos por harina, huevo y pan rallado.

Los freiremos en abundante aceite de oliva bien caliente. Los posamos según vayan estando sobre papel absorbente para eliminarle el exceso de grasa para luego emplatarlos y listo.

Buen provecho