Solomillo con salsa thai

Explosión de sabores y regusto por lo asiático.

Ingredientes (coge papel y lápiz, que esto va pa largo): Solomillo de cerdo, vino de Jerez (Pedro Ximenez usé yo y vino de arroz viene en la receta original), zumo de limón o lima.

Para la pasta thailandesa de especias: 1 cucharadita de jenjibre rallado, 1 cebolleta fresca o chalota, aceite vegetal de girasol (de cacahuete en la original …. demasiado sabor para mi gusto), un chile rojo, 1 cucharadita de cúrcuma, 2 cuch. de azúcar moreno, un chorreón de vinagre balsámico, 1 cucharadita de comino molido, cilantro fresco, un manojo, pimienta negra recién molida, cacahuetes tostados y salados, un puñado generoso.

Para la guarnición: un puñado de arroz thai u otra variedad tipo largo por persona, pasas sultanas y un calabacín.

Trituramos todos los ingredientes de la pasta de especies, recuerdo que la primera vez lo hice en un mortero, pero yo ya trabajos manuales los imprescincibles, así que usé un robot de cocina. Se unta los medallones de solomillo con la mitad de  esta pasta, la otra mitad la reservamos. El cerdo debe macerar bien cubierto de 1 a 3 horas.

Cuando ha pasado este tiempo, limpiamos la carne y la misma pasta de la maceración la ponemos en una sartén junto con un vasito de Jerez y el zumo de medio limón. Al principio debe estar a fuego fuerte, como 2 minutos, después lo bajas y espera a que espese.

Mientras y dándote “patás nel culo”, poner agua a hervir, con aceite y sal, cuando esté hirviendo añadir las pasas y el arroz … deberá hervir durante unos 12 minutos. Y sin desperdiciar el tiempo que es oro, ya habremos laminado los calabacines a lo largo y los habremos pasado por la plancha, vuelta y vuelta.

Los medallones de solomillos también se hacen a la plancha … ya sabeis aprovechad que están en ella los calabacines. La pasta que hemos puesto al fuego va a tardar en reducir aproximadamente 10 minutos, la retiramos del fuego y … ¿recordáis la mitad de pasta que teníamos guardada?, pues se añade a ésta, sí una estará pasada por el fuego y la otra no, la idea es que contrasten toooodos los sabores. A mí me parece sorprendente, porque lo cierto es que el que no todo esté cocinado hace que puedas distinguir cada especie y cada matiz; dulce, salado, picante … una gozada vamos.

Para emplatar (pensad que se trata de una cenita un poco currada), cubrir un molde de flan o un chato de vino untado en un poco de aceite con las lámimas de calabacín, y en su interior el arroz (cocido y colado) con las pasas, los medallones los ponéis sobre parte de esta pasta de especies y el resto en una salsera, por si se quiere repetir (que os aseguró que se hará porque esta salsa es adictiva) …