Papas con luche, a la nortina

Un guiso sencillo, en base a papas y luche, una alga deliciosa para quienes gustan de los sabores marinos, sana, rica en proteínas y yodo, carente de grasa.

Soy nacida en el Norte de Chile hace una friolera de años, Antofagasta, ciudad costera de clima cálido, por lo cual, al despertar, abres tu ventana y sientes el olor a mar, que no es otro que el olor a algas. Olor a vacaciones costeras.

Allá, en esos años, se vendía el luche en panes que habian sido hervidos y secados al aire. Mi madre hacía esta preparación habitualmente.

En Santiago no llega el luche a los supermercados, de modo que hay que recorrer lugares artesanales, ferias o tener suerte de encontrar un vendedor callejero cargado de dorados atados de cochayuyo y enventiualmente bosas de luche seco. Me encontré con uno y   le compré las seis bolsas que llevaba.

Fue mi reencuentro con el luche, hace poco.

Vamos a la receta: Una bolsa de luche (200 grms), cuatro papas medianas peladas, un tomate mediano, rallado, una cebolla cabezona en cubitos, una taza de vino blanco, un par de dientes de ajo picados fino. Pimienta, hoja de laurel,  algo de orégano, sal o un cubito de caldo de gallina y aceite de oliva.

Primer paso: lavar el luche en un colador sobre un tiesto, con agua fria. Se hidrata de inmediato, por eso no es necesario remojarlo. El truco para sacar todo residuo de arena es levantar el colador y botar el agua donde verás que aparece arena. Con tu mano revuelve las hojas en el agua y gozarás del olor a mar  y de la textura suave del alga que irá tomando un tono verde. Repetir unas cinco veces, cambiando el agua, en la última deja caer un chorrito de aceite en el agua y salrá hasta el último grano de arena.

Preparación: en una cacerola, con generoso aceite de oliva, sofrie la cebolla, el ajo y  los aliños. Agrega el tomate rallado, sofríelo también un poco, luego poner el luche colado en la cacerola, y las cuatro papas en cubos. Agrega el vino y dejalo guisarse todo, revolviendo de vez en cuando, hasta que las papas estén cocidas.

No debe quedar calduo, y si te falta humedad, agrega algo de agua.

Una vez cocidas las papas, que se han impregnado de todos estos sabores, con un mortero o lo que tengas, en la misma olla, aplasta las papas, sin molerlas completamente, solo para que se amalgamen con el luche y le den ligazón al guiso.

Puedes servirlo solo, en un pocillo, o con un huevo frito encima, con la yema jugosa, para que al comer la dejes correr sobre el guiso.

Esperon la disfruten.