Helado de coco tostado

Un cremoso helado con un toque diferente: coco tostado y una chispa de ron. ¡Esta receta sabe a trópico! Más abajo encontrarás dos versiones de la misma: una preparando la natilla con thermomix, y la otra preparándola a mano, para que puedas elegir..

Helado de coco tostado

Ingredientes

  • 70 g de coco rallado seco (del que se vende en el super)
  • 250 g de leche
  • 500 ml de nata
  • 150 g de azúcar
  • Una pizca de sal
  • 1 vaina de vainilla, cortada a lo largo.
  • 5 yemas de huevo (o bien 3 huevos enteros)
  • 1 cucharadita (1 tsp) de ron (puedes poner hasta dos) o bien 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.

Elaboración (con Thermomix)

Receta sin thermomix más abajo

1. Primero vamos a tostar el coco: Calienta el horno a 175 grados. Extiende el coco rallado en una bandeja de horno sobre un papel para hornear formando una capa homogenea. Introducela en el horno cuando esté caliente, durante aproximadamente unos 4 minutos (el tiempo puede variar). Cuando veas que la capa de coco empieza a dorarse por los bordes (aproximadamente a los 40 segundos de estar horneándose, en mi caso) mézclalo con una cuchara. Ve removiendo cada medio minuto más o menos hasta conseguir que todo el coco se haya tostado uniformemente (adquirirá un fantástico color dorado). Sácalo del horno y continúa con la receta.

2. En el vaso de la thermomix, introduce la leche, 250 g de nata, el azúcar, la sal y el coco tostado.

3. Con la punta de un cuchillo raspa el interior de la vaina de vainilla para extraer las semillas, e incorporalas al vaso con el resto de ingredientes. Incorpora también la vaina.

4. Programa 7 minutos a 90 grados velocidad 3. Asegúrate de que cuando haya terminado el tiempo programado, la máquina haya alcanzado al menos los 90 grados, el tiempo varía en función de lo fríos que estén los ingredientes. Si no fuera así, programa un minuto más. Una vez acabado el tiempo, deja la mezcla infusionar en vaso a temperatura ambiente al menos una hora (yo lo suelo dejar toda la tarde).

5. Vuelve a calentar la mezcla programando 2 minutos, 60º velocidad 3.

6. Sobre una jarra o una cacerola, coloca un colador fino, y ve colando la mezcla del vaso a la jarra. Aprieta con una cuchara o una paleta de silicona el coco que quede en el colador, para que suelte todo el sabor. Retira la vaina. El coco rallado sobrante puedes guardarlo en el frigorífico y usarlo como topping cuando vayas a servir el helado.

7. Vuelve a introducir en el vaso la infusión de coco y leche que has colado, añade la nata restante y las yemas. Programa 8 minutos, 80 grados velocidad 4. Cuando finalice el tiempo añade la cucharadita de ron y mezcla unos segundos a velocidad 4.

8. Vierte la mezcla en un recipiente y deja enfriar en el frigorífico hasta que esté frío (un par de horas apoximadamente como mínimo).

9. Procesa esta mezcla en la heladera, siguiendo las instrucciones del fabricante (yo uso el accesorio helador de kitchenaid, y en mi caso el proceso  requiere unos 20 minutos). Guarda en el congelador durante cuatro horas como mínimo.

10. Antes de servir, saca el helado del congelador 10 minutos antes para que recupere su textura. Puedes servir las bolas espolvoreando el coco rallado tostado por encima, o bien con una cucharada de dulce de leche y un poco de crocanti como en la foto. Bon apetit!

Elaboración (a mano)

(Receta con thermomix más arriba)

1. Primero vamos a tostar el coco: Calienta el horno a 175 grados. Extiende el coco rallado en una bandeja de horno sobre un papel para hornear formando una capa homogenea. Introducela en el horno cuando esté caliente, durante aproximadamente unos 4 minutos (el tiempo puede variar). Cuando veas que la capa de coco empieza a dorarse por los bordes (aproximadamente a los 40 segundos de estar horneándose, en mi caso) mézclalo con una cuchara. Ve removiendo cada medio minuto más o menos hasta conseguir que todo el coco se haya tostado uniformemente (adquirirá un fantástico color dorado). Sácalo del horno y continúa con la receta.

2. En una cacerola mediana, pon a calentar la leche, la mitad de la nata, el azúcar, la sal y el coco tostado. Usa un cuchillo afilado para partir en dos la vaina de vainilla (longitudinalmente) y rasca las semillas añadiendolas a la leche. Añade también la vaina. Cuando la leche vaya a empezar a hervir, retirala del fuego y déja reposar la infusión durante al menos una hora a temperatura ambiente.

3. Pon a templar de nuevo la infusión de coco que has preparado. Basta con calentarla un poco. Con un colador de maya fina ve colando la infusión sobre un recipiente. No olvides estrujar de vez en cuando el coco que vaya quedando en el colador con una cuchara para extraer todo el sabor. Retira la vainilla y el coco que haya quedado en el colador.

4. En un recipiente, bate las 5 yemas de los huevos (o bien los tres huevos enteros si has decidido optar por ellos) hasta que empiecen a estar espumosos. Lentamente añade la infusión templada de coco. Mezcla bien y lleva todo al fuego. Con el fuego medio, remueve la mezcla continuamente con una cuchara (cuidado que no se pegue en el fondo del recipiente) hasta que espese y puedas ver que deja un “manto” en el reverso de la cuchara (ese punto se alcanza antes de que la mezcla hierva, cuando llega a una temperatura de 80º aprox). Importante ¡no dejes que hierva!

5.Retira del fuego. Añade el resto de la nata, el ron (o la vainilla) y remueve bien para que vaya desprendiendo el calor.

6. Cuando haya templado, dejala reposar en el frigorífico hasta que haya perdido el calor y finalmente procesala en la heladera siguiendo las instrucciones del fabricante de la misma. Guarda en el congelador durante 4 horas.

7. Cuando vayas a servirla, no olvides sacarla del congelador diez / quince minutos antes para que recupere la textura cremosa. Bon apetit!

Observaciones

  • Puedes sustituir las 5 yemas de huevo por 3 huevos enteros, sobre todo si eres como yo, que siempre guardo las claras en un recipiente en la nevera y acabo tirándolas a la basura unos días después (con muchísimo cargo de conciencia). He probado las dos versiones, y no hay diferencia de sabor ni de textura. Por cierto, usa siempre huevos tamaño XL.
  • No olvides agregar el ron al final del proceso, cuando vayas a congelar en la heladera. Es la chispa en esta receta.
  • Para esta receta necesitas una heladera (yo he usado el accesorio helador de la kitchenaid). El aire es el ingrediente clave en la textura cremosa de los helados, y la mejor manera de insuflar aire a la natilla es en el proceso de “mantecado” que se realiza poniendo la crema en la heladera antes de meter en el congelador.