Croquetas de Patata y Gambas

Las gambas gabardina son una debilidad, pero como los rebozados no son lo mio probé a ver si con puré de patata podría salir... y salío.

Debo reconocer que nunca me salen bien las croquetas. Es más, mi lucha con los empanados y rebozados está casi siempre perdida. Menos mal que Rosana se está haciendo una experta en rebozados y mirad con qué pinta le salen a ella (no os enseño las mías por vergüenza, aunque tengo foto que lo demuestra, jeje). Así que ya no sé si deciros que las hagáis con el fuego medio o alto… todo es seguir probando.

Ingredientes para 4 personas:
3-4 patatas
16 gambas
1 diente de ajo
Perejil
Harina para rebozar
2 huevos
Pan rallado
Aceite de oliva virgen
Sal
Agua para hervir
Salsa de tomate (opcional para acompañar)

Preparación:

Pela las patatas y ponlas en agua y sal a cocer unos 20 minutos, hasta que las patatas estén blandas para poder machacarlas bien. Si utilizas la olla rápida serán unos 7 minutos desde que comience a salir el vapor. Mientras tanto pela las gambas procurando dejar la última escama de la cola sin quitar y sazónalas. Esta cola será la que asome desde dentro de la croqueta.
Cuando las patatas estén cocidas escúrrelas, sazónalas y machácalas para hacer un puré. Puedes pasarlas por el pasapurés si tienes uno. Añade al puré el diente de ajo machacado en el mortero y un puñado de perejil bien picadito.
Llega la parte pringosa: coge una porción de puré, más o menos del tamaño de una galleta, y coloca la gamba encima, procurando que la cola sin pelar quede fuera. Cierra el puré para que tape la gamba y dale forma de croqueta. Repite la misma operación 15 veces más para hacer el resto de croquetas.
Ahora lo más difícil, al menos para mí. Tenemos que rebozar las croquetas en harina, huevo y pan rallado. Procura que queden bien cubiertas con todos los ingredientes para que cojan consistencia. Si lo prefieres puedes hacer un doble rebozado, es decir, harina-huevo-pan-huevo-pan con lo que quedará más grueso y aseguras el éxito un poquito más. Calienta una buena cantidad de aceite y a freír a fuego medio-alto hasta que se doren. Retira sobre papel absorbente y, si han sobrevivido, presenta en la mesa acompañadas de salsa de tomate. ¡Cuidado que empachan!