Hoy tenía ganas de comer algo con chocolate y me he acordado de mi merienda favorita allá por los ochenta. A la salida del colegio, no todos los días, sólo si había suerte, un Bollycao esperándome era el mejor aliado para hacer bien los deberes.
Qué ganas de hincarle el diente otra vez, ese bollo blandito, ese relleno de chocolate casi líquido …mmmmhhhhh!!! Y ahora sin deberes!!!!!!! Yuupiiiiiii!!!!
Lo principal de esta receta es que no lleva mucho tiempo de preparación, sobre todo si, como yo, compráis los bollos ya hechos. Si alguien quiere hacerlos con bollería y todo, la receta cambiaría un poco, pero hoy apostamos por lo rápido.
Necesitaremos comprar unos bollos como los que venden especiales para perritos calientes. Con ayuda de una tijera, de un cuchillo o un afilador alargado de cuchillo jamonero podemos practicar la incisión que recorrerá el bollo de extremo a extremo.
Si alguien quiere más cantidad de chocolate, puede girar en círculos a la vez que atraviesa el bollo. Y los locos por el chocolate, pueden utilizar el instrumento de cocina que se emplea para sacar el corazón de las manzanas, aunque yo no lo recomiendo, porque sepuede destruir el bollo muy fácilmente y además, con tanta cantidad de chocolate, no quedará muy consistente. Todo dependerá del tamaño del bollo, claro.
Los ingredientes que emplearemos para el relleno de chocolate son: chocolate para postres (yo he escogido chocolate negro), leche condensada, mantequilla, miel y agua.
Pondremos 100g de chocolate a fundir en el microondas con un poco de mantequilla, o al baño maría, con un poco de agua.
La ventaja de hacerlo en el microondas es que no se ensucia tanto la cocina y que además es más fácil calcular la cantidad de chocolate a fundir para rellenar cada Bollycao. Así, podemos hacernos uno solamente para merendar sin que sobre nada y sin tener que preparar Bollycaos para toda la familia.
Una vez derretido y sin grumos, quienes lo hayan hecho en el microondas tendrán que removerlo nada más sacarlo; le incorporaremos dos cucharadas soperas de leche condensada y dos de postre de miel y seguiremos removiendo. Por último, sesenta mililitros de agua. Remover hasta obtener una mezcla homogénea.
A la hora de rellenar utilizaremos una manga pastelera e iremos liberando el contenido poco a poco, primero por un lado y después por el otro. Si alguien no tiene manga pastelera en casa, puede utilizar un cono hecho con papel de horno al que se le cortará el extremo (cuanto más fino, mejor, sobre todo en este caso), o un tubo de pasta de dientes vacía (que se haya limpiado y aclarado muy bien previamente). Este último truco es de cocina de supervivencia total… sssshhhhh que no nos oiga nadie…
Si preparáis varios Bollycaos de una vez, podéis envolverlos en papel de film para guardarlos conservando todo su sabor y texturas. Espero que os gusten!
Recetas relacionadas:









