Aceite de rúcula y parmesano

Ingredientes:

1 ramillete de hojas de rúcula
1 vaso de aceite de oliva
1/2 vaso de queso parmesano rallado fino (yo usé uno en polvo)
un pellizco de sal y una pizca de pimienta negra

Preparación

Para estrenar esta nueva sección cómo hacer…? Básicos de cocinaos voy a dejar una elaboración muy muy sencilla, que le va a dar un toque muy especial a vuestras ensaladas.

El otro día hice una visita a la huerta de mi suegra, en busca de plantas para aromatizar mis platos, y entre otras, me traje un buen manojo de rúcula, recién cortada, olorosa, de un verde intenso… un espectáculo de hojas, vaya!

Tenía intención de preparar una ensalada con ellas para comer, pero finalmente, ese día comimos fuera, y a la cena, tuvimos invitados en casa y esas pocas hojas no daban para una ensalada para varios. Así que opté por darle otro uso. Pensé que podría hacer algún tipo de aceite de rúcula y en el último momento, se me ocurrió que quedaría más redondo aún si le ponía un poco de queso. Googlear hizo el resto, y es que di con una web con las cantidades que podría usar, y me lancé.

En un vaso de batidora, ponemos las hojas de rúcula. Añadimos un vaso de aceite de oliva, sal y pimienta.

Ponemos también la 1/2 taza-vaso de queso parmesano y batimos con la ayuda de una batidora hasta que ligue bien.

Ponemos en una aceitera bien limpia, tapamos y reservamos (yo lo guardé en el frigo, por aquello de que lleva queso)
Está listo para aliñar nuestras ensaladas, y si el color os sorprende, no os imagináis el sabor y el olor que desprende!

Yo os dejo un ejemplo muy sencillo de una ensalada a la que dio un toque absolutamente delicioso: un poco de tomate, mozzarella cortada a taquitos, y un baño de este aceite de rúcula y parmesano. Ni le puse más sal, ni vinagre, porque el toque que le da es suficiente. No obstante, podéis ponerle por ejemplo un poco de vinagre balsámico de Módena y también combinará muy bien.