Ingredientes
- 3 patatas medianas
- ¼ de cebolla
- Harina de garbanzos*
- Aceite de oliva
- Sal
- Agua
También puede ser harina de soja, de arroz (la más fácil de encontrar en los supermercados) o de maíz, pero con la que mejor queda es con la de garbanzo)
Preparación
Cortar las patatas en rodajas junto a la cebolla y freírlas en una sartén con aceite caliente y sal al gusto.
En un bol mezclar la harina con agua hasta que se obtenga una textura similar a la del huevo, batiéndolo para que no queden grumos. Se añade un poco de sal.
Cuando estén fritas las patatas, se aparta la sartén del fuego, y se sacan escurriéndolas para que no cojan tanto aceite.
Se ponen en el bol con el “huevo vegano” y se remueve ligeramente para que esté todo bien mezclado.
Se añade un poco de aceite a la sartén (antiadherente) y se vierte la masa, removiendo (sobretodo al principio para que no se pegue), y dándole la forma de la tortilla.
Se le da la vuelta un par de veces con un plato liso que ocupe todo el diámetro de la sartén, añadiendo, si es necesario, unas gotas de aceite para que no se pegue.
Es conveniente dejarla reposar en un plato un poco antes de servir, para que se asiente bien.
Nota: Se pueden añadir a la tortilla también otros ingredientes, cortados en trozos no muy grandes, como: ½ calabacín, ½ pimiento verde, guisantes, pimiento morrón…
Como truco para que quede más esponjosa, hay quien mezcla con la harina de garbanzo, en vez de agua normal, agua con gas.
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