Strudel de espárragos trigueros con gírgolas y queso emmental.

El strudel es un pastelito, dulce o salado, de origen centroeuropeo. Hoy lo vamos a hacer de setas y espárragos trigueros, complementado con un punto de queso y recubierto de semillas, para aportarle un crujiente especial.
Incluída en el especial: Historia y recetas de pasta

Al llegar a casa, me encuentro con un par de manojos de espárragos trigueros sobre la encimera y un buen puñado de gírgolas recién lavadas en el escurridor.

El nombre científico de la gírgola es “pleorotus ostreatus” y se dan de manera natural en el otoño, creciendo en los troncos de algunos árboles, en especial en el chopo. Sin embargo, es posible comprarlas frescas todo el año porque también se pueden cultivar en pacas de trigo, y resultan igualmente exquisitas.

Al ver semejante manjar, se me vino a la cabeza de manera casi inmediata un strudel que se me ocurrió hacer el año pasado, y que estaba realmente exquisito, así que me puse de inmediato manos a la obra.

Esta receta es absolutamente saludable desde cualquier punto de vista ya que aporta vitamina C, fibras, calcio… Y además, resulta un buen ejercicio de habilidad darles la forma deseada.

Ingredientes

  • 1 manojo de espárragos trigueros
  • 250 gr. de gírgolas (vale cualquier otra seta)
  • 100 gr. de queso emmental rallado o cuatro sabanitas
  • 2 dientes de ajo
  • 1 paquete de masa de hojaldre
  • 1 huevo
  • 2 cucharadas de cominos
  • 4 nueces
  • aceite de oliva vírgen extra
  • sal

Preparación

En primer lugar lavamos bien las setas y los espárragos, retirándoles a ambos, la parte dura del pie o del tallo. Ponemos un chorrito de aceite en una sartén grande y echamos los ajos una vez laminados con un puntito de sal.

Una vez que los ajitos empiecen a estar tostados, metemos las setas en la sartén, la tapamos y dejamos que cuezan a fuego lento un par de minutos, lo suficiente para que suelten agua y podamos incorporar los espárragos. Añadimos sal, removemos y dejamos que cueza todo junto a fuego lentito unos quince o veinte minutos, hasta que los espárragos queden al dente. Cuando veamos que ya está todo hecho, sacamos las setas y los espárragos, los separamos en dos platos y los dejamos atemperar.

Extendemos la masa, la partimos en cuatro trozos y la estiramos un poco con ayuda del rodillo.

Batimos el huevo y pintamos los laterales para que sirva de pegamento cuando lo horneemos. Entretanto encendemos el horno y lo vamos precalentando a 150 grados.

Para montar, pondremos debajo cuatro espárragos, sobre ellos un puñadito de setas, y encima de todo una lámina de queso emmental, o un puñadito de queso rallado. Cerramos los strudel y los colocamos sobre una bandeja de horno. Espolvoreamos los cominos y la nuez cortada en trocitos. Pintamos con el resto del huevo batido y los metemos en el horno hasta que veamos que queden tostaditos.

Para servir, podemos acompañarlos de unas setas y un espárrago, si nos han sobrado, como me ocurrió a mí, o podemos hacer un puré suave de patata y calabaza poniéndolo como cama.

Incluída en el especial: Historia y recetas de pasta