Estamos finalizando enero y un equipo de mis colegas americanos asegura que uno de estos lunes es el peor día del año, basándose en un estudio que han llevado a cabo en los Estados Unidos. Las razones que aportan son: que ya están lejos las fiestas navideñas, que no hay dinero y que ya se ha pasado la época de los buenos propósitos, que naturalmente, no se han cumplido. Es impresionante la fuerza que tiene nuestro pensamiento, porque efectivamente, el personal cree en esos resultados, tanto si son ciertos como si no, y se sienten fatal.
Si fueran amantes de la cocina y modificaran sus estrategias de pensamiento, se darían cuenta de que ante la primera razón, se puede pensar que ya falta menos para las vacaciones de verano, que son más largas. Además, ya empiezan a alargarse los días, en lugar de acortarse, como ocurría antes del 24 de diciembre. La segunda razón es más estúpida, porque falta muy poquito para volver a cobrar y en cuanto a la tercera, no son conscientes de que lo más sano del mundo es comer bien, y además es menos arriesgado que hacer ejercicio a lo bestia.
Si fueran amantes de la cocina, repito, se darían cuenta de que estamos en plena temporada de calçots, esas cebollitas cultivadas de manera especial para que no les crezca el bulbo y permanezca su sabor dulce y exquisito, y eso sí que es algo que solamente ocurre en estas fechas.
Yo prefiero quedarme con mis pensamientos y disfrutar de una buena calçotada acompañada de salsa romesco, a quien hemos dado protagonismo en la receta que hoy envío, precisamente porque no la he visto entre las recetas enviadas por nuestros amigos ciber-cocineros.
Esta salsa es natural de Tarragona y se consume en casi toda la costa catalana y levantina. Es muy sencilla de hacer y acompaña de maravilla a los calçots. Para elaborarla vamos a necesitar los siguientes
Ingredientes
- la carne de cinco ñoras o la de dos pimientos de romesco
- un puñadito de almendras
- un puñadito de avellanas tostadas y picadas
- una guindilla
- un tomate pelado y troceado
- un par de dientes de ajo
- una rodaja de pan
- aceite de oliva virgen extra, suave
- sal
Preparación
Introducimos la carne de las cinco ñoras, o la de los dos pimientos de romesco, en un vaso batidor. Añadimos el puñadito de almendras y el de avellanas tostadas y picadas, la guindilla y el tomate pelado y troceado. Vertemos un chorrito de aceite y agregamos el par de dientes de ajo pelados.
Aparte, tostamos la rodajita de pan en una sartén con un chorrito de aceite, o directamente en el tostador y lo incorporamos al vaso batidor. Trituramos con la batidora eléctrica y aliñamos con un chorrito de aceite y una pizca de sal. Mientras hacemos todo esto, vamos a olvidarnos de la cuesta de enero, y a pensar en positivo.
Y mientras disfrutamos de nuestra salsa, goteando por los calçots hacia nuestras barbillas, veréis como terminamos riendo y disfrutando como niños.
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