– 2 pulpos pequeños (no pulpetes, ehhhhhhh)
ELABORACIÓN
1º) Hacer el mojo rojo: hay que escaldar los tomates para quitarles la piel y batirlos con el resto de los ingredientes. La cantidad de los ingredientes depende realmente de la cantidad de mojo que se haga. Yo siempre hago bastante y guardo en la nevera en un tarro de cristal, así que me cuesta concretar bastante los ingredientes. No obstante, si a alguien le gusta más espeso, añade más tomates e incluso miga de pan. Si se prefiere más líquido, pero no más aceitoso ni avinagrado, se le añade un poco de agua. Si se quiere más picantón, poner 2 guindillas en vez de 1. Todo según el gusto del comensal. Hay quien gusta de colar para evitar las pepitas de los tomates o las pielecillas; pero a mí me gusta el mojo consistente, no tan fino.
2º) Cocer las papas sin dejarlas demasiado blandas. Cortarlas en ruedas gorditas.
3º) Hacer las tiras de pimiento verde a la plancha con un poco de sal.
4º) Limpiar bien el pulpo de arena y de sus tripillas, cortarlo en trozos medianos (los rejitos deben dejarse más enteros, para que se ricen), salpimentarlos y ponerlos en una plancha con pizco de aceite. A fuego vivo hasta que quede un poco churruscadito.
5º) Montar el plato: poner una cama de mojo, encima, las papas, el pulpo y las tiras de pimiento de corona. Verter una cucharadita de mojo por encima y…. ¡a comer!
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