Ayer hice un postre muy rico con unas pasas de Corinto maceradas en ron, y como me sobraron unas cuantas, y todo el ron, he pensado que hacer un relleno para las pechuguitas de pollo podría ser una receta maravillosa, así que allá va.
Ingredientes
- 2 pechugas de pollo hermosas
- 100 grs de pasas de Corinto maceradas en ron
- 2 cuñas de queso fresco
- 2 lonchas de jamón de york
- 1 cebolla
- Curry
- Pimentón de La Vera picante
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación
Lo primero es poner las pasas a macerar en ron, pero como ya os he dicho estas me han sobrado del relleno del postre de ayer, y que podéis ver en muchogusto.net (empanadilla de manzana y pasas de Corinto al ron).
Abrimos las pechugas cortando un tercio más o menos y de nuevo por el lado contrario para que queden al triple de su tamaño y las colocamos sobre una lámina de plástico film de tamaño suficiente como para hacer una especie de salchicha. Ponemos sobre las pechugas una loncha de jamón de york, una cuña de queso fresco y las pasas y lo envolvemos dentro del plástico film cerrando con fuerza, como si fuera un caramelo.
En una cazuela ponemos agua a cocer, y cuando hierva bien, ponemos las pechugas, o mejor dicho, las salchichas de pechuga rellenas, dejando que cuezan hasta que queden bien selladas, que serán unos diez minutos.
Picamos la cebolla en juliana y la ponemos en una sartén con dos cucharadas de aceite virgen extra y una pizca de sal hasta que quede transparente. Bajamos el fuego y le ponemos una cucharadita de pimentón de La Vera picante y otra de curry y removemos bien. A continuación subimos otra vez el fuego y ponemos todo el ron con agua en el que teníamos macerando las pasas y removemos bien para que se mezclen los sabores. Si es necesario añadir más agua la añadimos, y si no, ponemos las pechugas, después de haberlas liberado del plástico film, y dejamos que cueza todo junto unos cinco minutos, y apagamos el fuego.
Una vez que se haya enfriado todo, reservamos las pechugas en un plato, metemos la salsa en el vaso de la batidora y hacemos un puré fino, y las pechugas las cortamos en rodajas como de un centímetro de gruesas. Podemos guardarlo todo en la nevera para el día siguiente, o congelar para cualquier día de la semana.
En el momento de servir, ponemos la salsa y las rodajas de pechuga en una sartén, y calentamos a fuego lento hasta que se derrita el queso.
Podemos servir acompañado de un stoemp de verduras (marca de la casa), o con un puré de patatas, o con unas patatas fritas, o como más nos guste. Hoy tenía prisa y las he dejado a palo seco, acompañadas de pan recién horneado… estaban increíblemente sublimes.
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