Ingredientes
– 2 paquetes pequeños de placas de pasta precocida, fresca o seca
– 500 gramos de espinacas
– 150 gramos de queso feta
– 200 gramos de queso de tetilla o similar
– queso emmental rayado para gratinar
– 1 chalota
– ½ diente de ajo
– mantequilla, unos 30 gramos para el relleno y 35 para la bechamel
– una cucharada bien colmada de harina para la farsa y dos para la bechamel
– leche, suficiente para una bechamel no demasiado espesa
– sal, pimienta y nuez moscada
Preparación:
Ponemos las placas a remojar en agua caliente unos 20 minutos, o las hervimos si no están precocidas.
En una sartén, de fondo grueso, ponemos la mantequilla y un chorrito de aceite. Pochamos la cebolla y el ajo y cuando se empiecen a dorar, añadimos las espinacas. Una vez que han soltado el agua y se han dorado un poco, echamos la cucharada de harina y la rehogamos. Incorporamos la tercera parte de un vaso de leche y removemos sin parar, hasta que la absorba. Salpimentamos y le añadimos la leche que admita, poco a poco, hasta obtener el punto de consistencia deseado, para que la farsa permanezca sobre la pasta sin caerse. Ni muy ligera, ni demasiado espesa.
Añadimos el queso feta en trozos pequeños, lo dejamos un minuto y apartamos.
En una sartén o cacerola de fondo grueso, ponemos los 35 gramos de mantequilla y cuando se derrita, echamos de golpe las dos cucharadas de harina. Hacemos un rusk, moviendo rápido para dorar un poco la harina y vamos añadiendo poco a poco la leche caliente, removiendo con unas varillas para evitar grumos.
Ponemos dos o tres vueltas de pimienta, un pellizco de nuez moscada y sal y seguimos moviendo, a fuego moderado, durante unos 10 minutos. Seguimos añadiendo poco a poco la leche, hasta alcanzar la textura deseada, que debe ser más espesa que la del relleno. Rectificamos de sal y pimienta y apartamos.
Con el horno ya precalentado 10 minutos a 220 grados, engrasamos una fuente rectangular y vamos montando la lasaña.
Una capa de pasta y sobre ella, el relleno de espinacas, rematado por una loncha de queso de tetilla, otra capa… y así 5 o 6 veces, hasta la última que napamos con la bechamel, dejando que caiga por los lados, ponemos el queso emental rayado e introducimos en el horno a 220 grados unos 10, 15 minutos si es precocida o el tiempo que marque el fabricante en caso contrario. En el último minuto, gratinamos y… listo.
Recetas relacionadas:









