Ingredientes
- 400 gramos de garbanzos cocidos
- 2 tomates maduros
- 1 vaso de vino blanco
- 1 cebolla pequeña
- orégano
- sal
- aceite de oliva
Preparación
Cortamos la cebolla en trozos muy pequeños y la ponemos a freir en una sartén con cuatro cucharadas de aceite virgen de oliva. Pelamos los tomates y les quitamos las semillas.
Los cortamos en trozos pequeños y los echamos en la sartén para evitar que se queme la cebolla. Echamos un pellizco de sal.
Una vez el sofrito ha cogido textura echamos los garbanzos y un poco de orégano. Cuando se empiezan a tostar ligeramente añadimos el vaso de vino blanco, removemos y dejamos a fuego lento que se vaya evaporando.
El sabor del garbanzo frito-hervido con el vino blanco es realmente muy especial, casi se diría que “picante”.