Ahora que empieza el frío parece que lo dulce apetece todavía más, por eso he pensado en estas galletas de cacahuete que además de comerse solas os pueden servir como base para pequeños pastelitos que queráis preparar echándole un poco de imaginación.
Lo mejor de estas galletas es que, además de estar riquísimas, se preparan muy rápido y el procedimiento es muy sencillo. En menos de cuarenta minutos podéis estar degustando unas galletitas recién hechas y templaditas. Si tenéis niños podéis pedirles que os ayuden porque les encantará cocinarlas ellos mismos y después comérselas.
Necesitaréis un huevo, 175g de harina común, 175g de azúcar moreno y un toque de azúcar avainillado, 1 sobre de levadura química (yo he usado el de Royal, pero cualquier marca hará el mismo papel), 125g de mantequilla y 125g de mantequilla de cacahuete.
Podéis hacer varias variaciones con los ingredientes al gusto. Por ejemplo, en las cantidades de azúcar y de esencia de vainilla. También podríais incorporar cacahuetes en trocitos a la masa para una consistencia más tipo cookie si os gustan las mezclas de texturas.
Primero partiremos la mantequilla común en pequeñas porciones, que nos facilitarán su mezcla y ayudarán a que coja temperatura ambiente más rápido. Añadiremos el azúcar moreno y le daremos un toque espolvoreando algo de azúcar avainillado.
Comenzaremos a precalentar el horno a 180ºC para que esté listo cuando lo necesitemos, que será en breve.
Deberemos mezclar el azúcar con la mantequilla hasta lograr que quede un fluido de consistencia un poco esponjosa. En el momento que lo tengamos, añadiremos el huevo, la harina y seguiremos batiendo.
Por último, agregaremos la mantequilla de cacahuete. Seguimos mezclando hasta obtener una mezcla homogénea.
Sobre la vendeja cubierta con papel de horno iremos depositando pequeñas cantidades de la mezcla suficientemente separadas unas de otras para que no se peguen unas a otras al aumentar de tamaño con el calor. Arañaremos un poco la superficie de cada una con ayuda de un tenedor.
Las dejaremos horneándose durante de veinte a veinticinco minutos, dependiendo del tipo de horno que tengamos. Si nos gustan más blanditas por dentro, necesitaremos algunos minutos menos.
Cuando ya vemos que han tomado el color tostadito que más nos guste, las sacaremos para que se enfríen. Y ya tenéis vuestras galletas de cacahuete!!! Qué ricas!!!!
Si hacéis muchas, podéis convertirlas en mini pastelitos de té simplemente poniéndoles un poco de helado de vainilla o de nata por encima y cacahuetes caramelizados, virutas o pepitas de chocolate (o de tres chocolates). También les podéis añadir un poquito de caramelo líquido.
Espero que os salgan muy ricas y que paséis una buena semana!