Galletas oreo hechas en casa

Receta rápida de galletas Oreo caseras. Sorprende a tus visitas con el sándwich dulce que más gusta o aprovecha esta receta para cocinar con niños el fin de semana.

Para comer de un bocado, para mojar en leche, para destapar y comer por partes… las Oreo dan mucho juego y por eso he decidido ponerle un dulce final al mes de febrero con esta receta de galletas Oreo caseras.

Se hacen muy rápido y su preparación es sencilla, por eso es una buena receta para cocinar con niños y pasar un buen muy agradable el fin de semana. Después de divertirnos todos juntos con las manos en la masa llega la mejor parte, sentarnos a comérnoslas todas hasta que no quede ni una!

Para pasarlo así de bien necesitaréis: 175g de harina, un huevo, 75g de azúcar moreno, 25g de  azúcar blanco, 125g de cacao puro en polvo (es importante que elijáis uno de calidad, porque en ello irá el resultado de las galletas y que el sabor quede logrado), media cucharadita de sal, media de bicarbonato y 100g de mantequilla.

Juntaremos todos estos ingredientes en un bol y derretiremos la mantequilla antes de incorporarla, bien al baño maría bien en el microondas (con un minuto es suficiente), para que sea más fácil de mezclar.

Mezclaremos  bien todo hasta que nos quede una pasta homogénea que ya empieza a oler tan rica que es inevitable probar un poco… ñam, ñam, ñam…

Extenderemos esta masa en un recipiente plano sobre papel de horno. Cuando haya quedado bien estirada (pero tampoco demasiado fina) la dejaremos más o menos un cuarto de hora en el congelador, para facilitar la tarea de cortado con el molde sin que se nos vaya quedando pegada la masa por todo y pierda la forma que queremos darle.

Sacamos, cortamos y metemos al horno, precalentado a 180º, durante quince minutos (yo lo he preparado en horno sin ventilador, pero igual uno que lo tenga o que sea más potente necesita menos tiempo).

En este tiempo nos pondremos con el relleno. Para ello necesitamos 75g de mantequilla, 250g de azúcar glacé (glas para los amigos) y dos cucharaditas de postre de esencia de vainilla.

Antes de seguir, una aclaración. Al incorporar esta cantidad de esencia, el tono del relleno queda un poquito más tostado que el blanco flúor de las Oreo original, sin embargo, es la única mezcla de la que resulta un sabor realmente parecido al de las que se compran. Si optáis por una apariencia más similar y necesitáis que el relleno quede blanco puro, os recomiendo poner menos esencia de vainilla o sustituirla por azúcar avainillado, pero debéis considerar que esa decisión irá en detrimento del sabor.

Dicho esto, mezclaremos todos los ingredientes del relleno y los meteremos al congelador poco más de diez minutos, para facilitar su corte con la forma de la galleta. En este momento ya habremos podido sacar las galletas del horno y las pondremos a enfriar.

Cuando transcurra el tiempo del relleno en el congelador, lo sacamos y lo cortamos con el molde elegido. Una vez lo tengamos preparado, iremos creando cada galleta con sus dos capas y su relleno en medio. Mmmmmmmmmmmmmmmhhhhh!!!! Están de muerte natural!!!!