Coca Cola echa el resto y se lanza al mercado europeo de refrescos “light” con la nueva Fanta Free sin azucar y con menos del 5% de calorías, lanzada con un amplísima coberturta publicitaria y en primicia en nuestro país.
Detrás del diseño atractivo, joven y poderoso que han querido impregnar en las campañas del nuevo refreco light, encontramos una bebida con un sabor a medicamento bastante desagradable. Es notable la capacidad que han tenido los laboratorios de Coca Cola para enmascarar el sabor medicamentoso del invento, pero a mi sinceramente no me ha convencido.
El sabor de fanta free pasa por tres fases: una primera en la que parece asomar un ligero sabor de la clásica Fanta Naranja. Un instante después te das cuenta de que todo ha sido un sueño, y el sabor a medicamento, polvos, Tang, comprimidos de vitamina C o como queramos llamarlo, hace acto de presencia. Es cierto que el sabor a naranja que deja al final no es desagradable, cosa de agradecer, pero el trago por el que previamente hemos pasado es demasiado amargo como para seguir con la lata de Fanta Free. Por supuesto ni se te ocurra probar Fanta Free si no es bien fría, porque el resultado puede ser aún más desastroso.
En definitiva, un refresco innecesario y a destiempo. Coca cola nos ha dado una de cal, con el lanzamiento este verano de Coca Cola Light al limón, y ahora nos toca la de arena, con esta triste Fanta Free baja en calorías.
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