Ensalada de frutas (con secreto)

Un postre fresco y liviano, que aprovecha las frutas de estación.
En Mendoza, estamos atravesando unas de las épocas climáticas que más me gusta. Como preludio al incipiente otoño, las tardes son cálidas y húmedas, pero las noches son frescas y serenas. El sueño es sumamente reconfortante, y el humor de las personas se suaviza luego de un verano agobiante, con jornadas de 30 – 35 °C diarios.

Y como si fuera poco, todas las verdulerías rebozan de frutas frescas y maduras, con toda la vitalidad y color de las vitaminas, con olor a peras, duraznos, manzanas, melones, todo decorado por los abundantes racimos multicolores de uvas, y como coronación, la fruta está muy barata.

Y para no desentonar, nada mejor que un postre fresco y liviano como la ensalada de fruta.

Yo la preparo así:
igual cantidad en peso de : manzana, pera, durazno y uva.
Gaseosa dietética de naranja, cantidad a gusto.
edulcorante líquido.

En primer lugar, lavo bien todas las frutas con cepillo. Pongo la gaseosa en un bol y corto las frutas en cubitos, o pedacitos chiquitos, en este orden: durazno, uvas (a la mitad o enteras, depende del tamaño del grano), pera y finalmente la manzana. Luego se mezcla bien y se agregan unas gotas de edulcorante a gusto.

Se pueden agregar todas las frutas que deseen, a mi especialmente me gusta agregar frutillas, pero ya casi no consigo para esta época. También se puede agregar banana, melón, ciruelas, lo que quieran.

Con las cuatro frutas que elegí se obtiene una ensalada muy sabrosa, y fresca. La gaseosa de naranja permite que dure por lo menos cuatro días sin que la fruta se oxide ni fermente, creo que debe ser por los conservantes del líquido. Personalmente no me gusta agregar naranja en trozos, porque al cabo de unas horas toda la carne se dispersa y queda el hollejo duro y amargo flotando en el líquido, así que les diría que la omitan. La banana al segundo día ya está negra, y el melón si está muy maduro aporta mucha cantidad de azúcar que lleva a que se acelere la fermentación.

El edulcorante queda más rico que el azúcar, y también favorece a que la ensalada no fermente tan rápidamente.

En la foto les muestro los envases en que la conservo, y así tengo un postre fresco y saludable para luego del almuerzo. Cuando empleo un kilo de cada fruta, me salen 10 potes de los de la foto, que equivalen a una ración de postre para una persona. Los compro en una casa de venta de plástico, y la verdad es que son bien económicos, además los cierro y los guardo en la heladera sin molestar ni estorbar con un gran bol, al que hay que introducir un cucharón cada vez que se quiere servir una porción. Además los frascos permiten varios usos y se puede preparar gelatina, helados, postres fríos, cualquier cosa. Y cuando ya no sirven, los usos para cultivo hidropónico.