Crema de castañas con batata y membrillo

Productos de la época para un postre plenamente otoñal. Castañas, batata y membrillo, combinados de forma sencilla, con un elaboración nada complicada para aprovechar al máximo los sabores de la materia prima.

INGREDIENTES:

Para la crema de castañas:

  • 1/2kg de Castañas
  • 3 Cucharadas de Azúcar
  • Esencia de Vainilla
  • 2 Vasos de Agua

Para la Batata y el Membrillo:

  • 1 Membrillo grande
  • 2 Batatas Medianas
  • 1 Palo de Canela
  • 2 Calvos
  • 1 Limón
  • 2 Vasos de Agua
  • 1 Vaso de Leche
  • 5 Cucharadas soperas colmadas de Azúcar

PREPARACIÓN:

Podemos empezar los dos procesos al mismo tiempo.

Por un lado coceremos la batata y el membrillo. Para ello, pelamos los membrillos y los cortamos en trozos irregulares pero de un tamaño similar, y los vamos poniendo en agua con limón para que no se oxiden. Por otro lado pelamos también los boniatos y los cortamos en rodajas. Cocemos ambos (escurrido el membrillo) en una olla con los líquidos, el clavo, el palo de canela y las cucharadas de azúcar. En la receta original no utilizaban leche, pero me pareció que podía ser adecuado para un postre, en vez de solo agua. Reservamos una vez tiernos.

Por otro lado prepararemos la crema de castañas. Para ello pelamos las castañas y les quitamos la piel dura. Mientras hacemos esto ponemos una olla con agua a hervir, para una vez peladas escaldar las castañas y poder quitarles la piel más fina, tampoco hay que ser demasiado estrictos porque después trituraremos la mezcla.

Una vez limpias las castañas las coceremos con el resto de los ingredientes, los dos vasos de agua, la vainilla y el azúcar, hasta que estén blandas. Trituramos las castañas aprovechando un poco del líquido de la cocción del membrillo y el boniato, hasta que alcance una textura cremosa pero lo suficientemente líquida para que se sirva con facilidad.

Serviremos el postre en una copa. En el fondo colocamos una parte de la crema, y sobre esta disponemos unos trozos de membrillo y batata y cubrimos con un poco del líquido de cocción. Decoramos con un palo de canela, y una pizca de canela en polvo. Se puede comer templado o frío.

Para disfrutar en otoño.