Cordiales, el dulce navideño de mi familia

Los cordiales son un dulce navideño facilísimo y muy rápido de preparar que tendrás listo en poco más de media hora. Parecido a los mazapanes caseros, parecido a los mantecados pero con algo diferente que los hace únicos. Si los pruebas, repetirás.

Estamos en plenas navidades, por eso he pensado en compartir con vosotros una receta que lleva preparándose en mi familia años y años. Cuando se acercan estas fechas nos juntamos mi madre, mi hermana y yo y preparamos cordiales para toda la familia. Hacemos tantos que son suficientes para todas las fiestas y mientras tanto la cocina se convierte, como tantas otras veces, en el mejor lugar de la casa, por la compañía, la conversación y el aroma a navidad que sale del horno.

Esta receta está muy extendida en la región de Murcia, y a nosotras nos la enseñó nuestra amiga Carmen, que tiene una mano extraordinaria para los dulces. Para prepararla necesitarás 1 Kg de almendra molida, 750 g de cabello de ángel, 3 huevos, 500 g de azúcar, la ralladura de tres limones y algunas obleas.

Reservaremos las obleas, que nos servirán de base para estos dulces y comenzaremos a preparar la masa. Para ello incorporamos todos los ingredientes a un bol de tamaño grande. Empezaremos a amasar hasta obtener una mezcla homogénea, que notaremos consistente (aunque no demasiado) y un poquito pegajosa.

Este es el momento de comenzar a precalentar el horno a 200ºC.

Sacaremos la bandeja y la cubriremos de papel de horno. Allí encima depositaremos las obleas, bien enteras, bien partidas en trocitos. Lo importante es que cubran todo el fondo de la bandeja.

Una vez extendidas las obleas por toda la superficie de la bandeja colocaremos sobre ella la masa de los cordiales en forma de pequeñas bolitas, de aproximadamente cuatro centímetros de diámetro cada una.

Hay que prestar atención para evitar que queden demasiado juntas, ya que con el calor del horno crecerán un poco y aumentarán su anchura, por lo que podrían quedarse pegadas y entonces serían igual de ricas pero no tan vistosas.

Pasados veinticinco minutos, procederemos a sacar los cordiales del horno. Esperaremos a que se enfríen un poquito para no quemarnos y procederemos a recortar cada cordial. Veréis que la oblea se parte con formas irregulares que sobresalen de la forma del dulce, así que tendremos que cortarla para que no se vea tanto. En este proceso yo suelo aprovechar para comerme los recortes de oblea tostaditos (es que no me puedo resistir!).

Estos dulces navideños se pueden guardar en un recipiente de plástico con tapa hermética y una servilleta en el fondo que nos ayudará a preservar su sabor y su textura. No necesitan conservarse en la nevera.

Espero que os queden ricos, la prueba la tendréis si os salen tiernos y deliciosos por dentro y un poco crujientitos por fuera. Los podéis tomar con el café, con el té y por supuesto, también como postre típico navideño para poner la guinda a vuestras mesas en estas fechas en que todos nos lo curramos aún más de lo habitual.

Aprovecho para desearos feliz navidad y próspero año nuevo a todos los cocinillas de Muchogusto. Espero que en el 2012 sigamos disfrutando juntos de la cocina y aprendiendo nuevos trucos que nos hagan la vida más fácil. No me quiero despedir sin compartir con vosotros una foto de mis sobrinos, Gerard y Sira, que nacieron el miércoles pasado y nos tienen a toda la familia enamorada.