La primavera, es la temporada en que las fresas inundan nuestros mercados. Su característico color y su agradable sabor las convierte en una de las frutas más apetecibles sea cual sea la forma de tomarlas. En primavera y verano, la fresa es la reina indiscutible de la repostería. Con azúcar, nata o bañadas en chocolate, con zumo de naranja, en tartas, helados, mousses, mermeladas, bizcochos y gelatinas. Es una fruta que se mantiene fresca durante muy poco tiempo, por lo que debe ser consumida lo antes posible una vez que llega a nuestra cocina. Pueden guardarse en la nevera, en la parte superior, en un plato o fuente bien esparcidas, y separadas las unas de las otras, y cubiertas con papel film. Hay dos reglas de oro a la hora de manejar tanto fresas como fresones. Por un lado, no es conveniente manipularlas en exceso y tampoco exponerlas al calor. Hay además que lavarlas en el último momento antes de servirlas, justo un poco antes de quitarles el rabo y sin dejarlas a remojo para que no pierdan su jugo. Es recomendable incluso, lavarlas con vino blanco, mejor que con agua, porque así conservan intactos su aroma y sabor.
Precisamente por su sabor dulce y perfumado, las fresas son deliciosas cuando se toman al natural, pudiéndose escoger distintas formas para servirlas. Esta es una de ellas.
Ingredientes:
– 300 grs de fresas(más otras 6).
– 1 sobre de gelatina de fresa.
– 2 yogures naturales desnatados.
– Edulcorante.
– Hojas de menta.
Preparación:
– Quitar las hojas verdes de las fresas, lavarlas, y dejarlas escurrir sobre papel absorvente.
– Trocearlas y meterlas en un bol(menos esas 6 que os mencionaba en ingredientes), y batirlas con la batidora hasta conseguir una crema.
– Preparar la gelatina según las instrucciones del fabricante, y reservar.
– Endulzar a gusto los dos yogures, removerlos bien, y agregar a las fresas.
– Luego añadir la gelatina a la mezcla, y mezclarlo todo bien.
– Picar 4 fresas de las 6 que teníamos reservadas, y repartirlas en las copas.
– Hacer lo propío con la crema de fresa, y llevar a la nevera.
– Dejarlas tomar cuerpo hasta el día siguiente, y decorar con la menta y las 2 fresas restantes.
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