Cigalas a la barbacoa

Preparar marisco a la barbacoa es sencillo y el resultado es espectacular. Daos el gustazo y seguid leyendo cómo preparar unas cigalas riquísimas con un puntito muy especial.

Todo sabe mejor a la barbacoa: las chuletas, las costillas, los lomos, el pescadito, las patatas, las verduras. Ya lo decía Georgie Dann: “cómo me gusta la barbecue” jajajajaja!! Es que esas brasas portátiles le dan un gustito muy bueno a la comida. Hoy os propongo que le perdamos el miedo a preparar marisco a la barbacoa y nos tiremos a la piscina (en sentido figurado por lo menos). Llega la primavera y hay que estar listo para disfrutarla a tope!

Vamos a hacer unas cigalas a la barbacoa. Para esta ocasión he seleccionado unas de tamaño mediano, que tiran más a grande que a pequeño. Lo primero que hago es poner en marcha la barbacoa y volver a la cocina para lavar las cigalas, un poquito de agua rápidamente y fuera. Mientras tanto preparo una fuente con sal gorda y pimienta negra.

Cojo las cigalas una por una y las “rebozo” en la mezcla de sal y pimienta. Para que no se caiga toda, ayudo con la mano, como si le estuviese extendiéndola crema solar a la cigala jejejeje!!! Venga los pepitos piscinas, que se os da muy bien, que no se diga!!!

Cuando ya las voy teniendo salpimentadas, las coloco en un recipiente boca arriba. Y el siguiente paso es comprobar que la barbacoa ya está a punto.

Si ya están las ascuas listas, nos acercamos con las cigalas y las vamos colocando sobre la parrilla, todas panza arriba y con las pinzas lo más lejos posible del foco de calor. Cinco minutos por cada lado serán suficientes, aunque dependerá del tamaño, pero sobre todo no se os puede olvidar que al principio hay que colocarlas boca arriba, ya que es la única manera de que se cuezan en sus propios jugos, en vez de que los pierdan. El sabor no tiene nada que ver.

Espero que os queden genial! Un abrazo!!!