Ingredientes (4 personas)
- 600 grs. de lomos de bacalao
- 1 lata de pimientos del piquillo
- 6 dientes de ajo
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 2 cucharadas de tomate natural triturado
- harina
- aceite
Preparación
El bacalo lo tendremos 24 horas a remojo. Si es verano, habrá que guardarlo en la nevera para evitar que se fermente con la calor. Le cambiaremos el agua cada 6-8 horas aproximadamente. Esto depende del grosor de los lomos.
Lo dejaremos escurrir bien antes de utilizarlo.
Para la salsa:
Primeramente cortamos los dientes de ajo y los doramos ligeramente en un poco de aceite. Añadimos los piquillos bien escurridos (aunque no es imprescindible, evitaremos que salte el aceite).
Damos unas vueltas y añadimos la pizca de pimentón y el tomate triturado. Dejamos cocer unos 10 minutos, revolviendo de vez en cuando.
Cuando esté reducida la salsa la probamos y salamos con precaución, ya que el bacalao aporta luego mucha “sustancia” al guiso.
Pasamos la salsa por la batidora o en su defecto, el pasapuré tradicional. Reservamos.
Cuando esté reducida la salsa la probamos y salamos con precaución, ya que el bacalao aporta luego mucha “sustancia” al guiso.
Pasamos la salsa por la batidora o en su defecto, el pasapuré tradicional. Reservamos.
Una vez tengamos el bacalo doradito, lo ponemos en la salsa y dejamos que hierva a fuego suave durante 4-5 minutos. No nos interesa que se haga demasiado. Este es quizá uno de los errores más frecuentes cuando cocinamos pescado. Si se cocina demasiado, se convierte en una masa dura y seca.
Es importante durante éste proceso, agitar la cazuela para que el bacalao suelte los “jugos” y se integre con la salsa.
Os aseguro que si la materia prima es de buena calidad y no lo cocináis en exceso, el resultado es un plato delicioso.
Vamos, de toma pan y moja…
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