Ingredientes:
- 500g de bacalao fresco
- 3 patatas medianas
- 1 cebolleta
- 4 huevos
- Perejil
- 2 dientes de ajo
- Sal
- Un poco de las 4 pimientas molidas
- Aceite de oliva virgen extra
Modo de preparación:
* Primeramente, pelamos las patatas y las cortamos muy finamente, si tenéis mandolina os quedaran todas por el estilo y muy finas, si no la tenéis las cortáis con un cuchillo como he hecho yo.
* Ponemos las patatas en agua y se la cambiamos dos o tres veces para que suelte todo el almidón posible y no se pequen ni oscurezcan demasiado al freír.
* Ahora extraemos las lascas del bacalao, escaldando el bacalao en una sartén con un poco de agua y tapado con una tapa durante 3-4 minutos. Dejamos enfriar, y sacamos las lascas o trocitos de bacalao sin piel ni espinas.
* Escurrimos el agua de las patatas y las sacamos poco a poco para freírlas en abundante aceite de oliva. Reservamos las patatas.
* Quitamos un poco del aceite de las patatas y pochamos la cebolleta y los ajos que habremos picado finamente.
* Cuando esté bien pochada la cebolleta, echamos el bacalao en lascas y sin espinas y le añadimos un chorrito de agua para repartir la gelatina, dejamos dos minutos al fuego antes de añadir las patatas.
* Hasta este paso lo podemos hacer antes de comer, pero los siguientes tienen que ser justo antes de comer.
* Echamos las patatas al sofrito y removemos, pero no mucho, más que nada para se mezcle el bacalao con la patata durante 3 minutos.
* Batimos los huevos con la sal, pimienta y un poco de perejil picado. Lo echamos a la sartén con el bacalao.
* Removemos enérgicamente para que el huevo cuaje homogéneamente, pero no demasiado, tampoco hay que dejarlo crudo sino jugoso.
* Servimos en un plato con un poco de perejil picado. Hay que comerlo recién hecho.
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