Tarta de San Marcos

Se trata de una tarta laboriosa. La originaría sólo lleva capas de nata montada y la cobertura de yema. Particularmente resulta más ligera y prefiero esta otra versión con una capa de nata y otra de crema pastelera.

Estas cantidades son para un molde de 20 cms. de diámetro.

Ingredientes

Para el bizcocho:

  • 150 grs. de harina.
  • 200 grs. de azúcar.
  • 120 grs. de mantequilla.
  • 4 huevos.
  • Almibar ligero.
  • 400 ml. de nata montada.
  • Almendras fileteadas.

Para la crema pastelera:

  • 250 ml. de leche.
  • 2 yemas de huevo.
  • 75 grs. de azúcar.
  • 25 grs. de maicena.

Para la cobertura de yema:

  • 190 grs. de azúcar.
  • 70 ml. de agua.
  • 5 yemas de huevo.
  • 15 grs. de maicena.

Elaboración

Bizcocho:

Separamos las claras de la yemas y mezclamos éstas con el azúcar hasta obtener una crema blanquecina. Montamos las claras a punto de nieve fuerte y mezclamos a las yemas con movimientos suaves y envolventes. Añadimos poco a poco la harina tamizada y mezclamos con cuidado haciendo ochos. Por último, incorporamos la mantequilla derretida. Horneamos a 160º durante 60 minutos.

Una vez frío, quitamos la capa de arriba y cortamos en tres mitades; bañamos con un almibar ligero.

Crema pastelera:

Apartar medio vaso de leche fría y desleír en ella la maicena. Poner a calentar el resto de la leche hasta que hierva y retirar del fuego. Mientras batir las yemas con el azúcar, añadir el vaso de leche con la maicena desleída. A continuación incorporar la leche caliente y sin dejar de remover poner al baño maría hasta que la crema espese.

Cobertura de yema:

Hacer un almibar con el azúcar y el agua, dejar entibiar. Mientras mezclar las yemas de huevo con la maicena; añadir el almibar y poner a calentar sin dejar de remover hasta que espese. Poner el cazo en agua fría para que enfríe rápidamente removiendo continuamente.

Finalmente, cuando hayamos cubierto la tarta con la cobertura y esté fría espolvorear con azúcar glas y quemar con un soplete.

Precisiones

Se trata de una tarta laboriosa. La originaría sólo lleva capas de nata montada y la cobertura de yema. Versiones de pastelería combinan una capa de nata con otra capa de trufa.

Particularmente resulta más ligera y prefiero esta otra versión con una capa de nata y otra de crema pastelera.

La cobertura de yema hay que enfriarla rápidamente para evitar que oxide y adquiera un tono verdoso.