Queque hipermegafácil de limón

Hay muchas recetas de queques, que si separa las yemas de las claras, que si monta las claras a punto de nieve, que si tamiza la harina, quita, quita, todo eso supone mucho cacharro y mucho lío.

Hay muchas recetas de queques, que si separa las yemas de las claras, que si monta las claras a punto de nieve, que si tamiza la harina, quita, quita, todo eso supone mucho cacharro y mucho lío, sin menospreciar a ninguna de esas recetas, pero teniendo en cuenta que hoy por hoy el tiempo que tenemos es poco y que a veces por no hacer nuestro propio queque lo compramos hecho cuando el nuestro es mucho más sano. Pues ya te digo yo que esta receta no falla, que te sale un queque superesponjoso, que todo lo haces en un cacharro y que no ensucias nada. Prepararlo te llevará seis minutos no más, quizá lo más difícil sea esperar los 35 minutos que estará en el horno y otros más para que se enfríe. Sí, definitivamente, esa parte es la más difícil de esta receta.

Lo primero es encender el horno a 180º para precalentarlo.

Yo tengo una jarra de esas medidoras de un litro de capacidad, pues ahí lo hago todo.

Meto tres huevos, un yogur de limón, la ralladura de un cuarto de limón, dos medidas del yogur de azúcar y una de aceite. Y bato todo esto muy bien, si, sí, todo junto y con la minipimer de toda la vida.

Ahora añado dos medidas del yogur de harina, pongo un sobre de royal y por último otra medida más de harina (tres en total).

Ahora bates que te bates y ponemos el resultado en un molde de queques, de esos con el agujero en el medio y previamente untado con aceite y espolvoreado ligeramente de harina para que no se nos pegue. Y lo metemos sobre la rejilla del horno a media altura durante 35 minutos.

Lo sacamos, cuando esté tibio lo desmoldamos y a esperar que se enfríe.

Nota: Lo del molde con el agujero es importante, un molde sin él haría que necesitase más tiempo en el horno y en fin que a mí particularmente no me convence, además un queque es un queque y lleva su agujero.