Tengo el secreto del pollo frito más crujiente. Después de mucho investigar he hecho mía la receta del pollo frito al estilo KFC y con una combinación de especias, cereales y el toque maestro que le ponemos siempre los cocinillas de Muchogusto he dado en el clavo con el sabor definitivo. Comienza una nueva era para los menús caseros a base de pollo frito.
Primero necesitaremos hacer acopio de los ingredientes necesarios: pollo (1Kg), 150g de harina, 75g de maicena, y una cucharada sopera rasa de cada una de las siguientes especias: pimentón dulce, curry, perejil seco y estragón. También nos hará falta una cucharadita de postre rasa de cayena en polvo o picada, pimienta negra y ajo. Por último necesitaremos unos 75g de cereales de maíz, tipo Corn Flakes, sin azúcar.
Todos estos ingredientes, excepto el pollo y los cereales han de ser utilizados dos veces, así que multiplicad las cantidades por dos a la hora de hacer la compra.
Primera ronda. Mezclamos las harinas y especias en un bol con un poquito de sal y les vamos añadiendo agua poco a poco hasta conseguir una pasta ni demasiado líquida ni demasiado espesa.
Procedemos a retirar la piel de los trozos de pollo y le ponemos un poquito de sal. Sumergimos los trozos de pollo ya sazonados en la mezcla hasta que queden envueltos generosamente.
Cubrimos el recipiente contenedor con papel de film y dejamos reposar 2h en la nevera. Mientras tanto, preparamos en otro bol una mezcla similar a la anteriormente descrita pero sin agua.
Esta segunda mezcla contará con los cereales (que previamente hemos machacado en un mortero), la harina, la maicena, el pimentón, curry, estragón (que podremos sustituir por tomillo si lo preferimos), el perejil seco, la cayena, pimienta negra y ajo. Todo en las mismas proporciones que usamos en la mezcla anterior. Y recordamos: sin agua.
Pasado el tiempo de reposo sacamos el pollo y lo rebozamos en esta nueva mezcla.
Una vez rebozado lo introduciremos en la freidora cuando el aceite ya esté muy caliente. Cuando creamos que ya está en su punto lo sacaremos de la freidora y lo depositaremos en un plato cubierto con papel de cocina absorbente, para que se desprenda de todo el aceite sobrante y aún nos quede más crujiente.
Si creemos que los trozos no se han hecho bien, porque eran muy grandes o porque no los hemos tenido el tiempo suficiente en la freidora, podemos darles un golpe de horno para asegurarnos de que se pueden comer sin problemas. Ya sabéis que no es buena idea comer la carne de pollo cuando no está completamente hecha.
Antes de terminar con la receta quería daros un consejo para cuando os decidáis a hacerla. Yo la he preparado con pollo en trozos, con hueso y todo. Sin embargo, puede resultaros mucho más sencillo y rápido usar filetes de pechuga de pollo o tiras de pechuga de pollo. De esta forma os evitáis tener que quitar la piel y además os aseguráis de que quedarán bien hechos sólo con el tiempo en la freidora, por lo que no os hará falta usar el horno.
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