Polenta dulce como la hacía la abuela

Era la hora de la tarde y había que darle de comer a todos los niños que venían a jugar a casa.

Bocaditos dulces de polenta y ananá

Era la hora de la tarde y había que darle de comer a todos los niños que venían a jugar a casa y la abuela cogía la leche que traía el lechero, azúcar, manteca y un poco de polenta, cocía una rica masa que luego sobre una asadera acomodaba y cubría con azúcar. Un golpe de horno, con el cuchillo armaba cuadrados y todos se desesperaban por una porción con leche caliente.

Esto me contó mi suegra cuando le dije que descubrí que una amiga bloggera había preparado unos bocaditos con polenta dulce y me parecieron súper originales. Una vez que me contaron la antigüedad de la receta básica me dieron más ganas de afrontar el desafío de pasarla a COCINA LIGHT.
“Tengo un horno y sé cómo usarlo” te dedico la receta riquísima y super económica. Ahí va…!

Ingredientes para 24 bocados:
500 cc de leche descremada
120 grs de polenta instantánea (un poco más de ½ taza)
10 sobrecitos de edulcorante o 5 cucharaditas
1 cucharada de esencia de vainilla
6 rodajas de ananá enlatado (PIÑA)
Rocío vegetal, cantidad necesaria
7 grs de gelatina sin sabor
100 cc de agua hirviendo
2 sobres de edulcorante en polvo o 1 cucharadita del líquido

Preparación:
Verter en un jarro la leche, el edulcorante y la esencia de vainilla. Llevar a fuego hasta que esté por hervir. Revolver y bajar la llama al mínimo. Agregar en forma de lluvia la polenta instantánea y seguir revolviendo enérgicamente por unos 3 minutos. Retirar del fuego y pasar a un bol.
Así es como lo seguí yo: Con la ayuda de dos films y el palo de amasar estirar la polenta tibia a medio centímetro de espesor. Retirar el film superior y cortar con un cortante para galletitas redondo. Ubicar en una asadera lubricada con rocío vegetal, agregarle un cuarto de ananá a cada rodaja y cocinar a fuego máximo 10 a 15 minutos en la parte superior del horno hasta que estén un poco gratinados y algo doraditos abajo.
Retirar y dejar enfriar.
Disolver la gelatina con el agua hirviendo y el edulcorante. Revolver hasta que esté más espesa, o sea, se enfríe un poco. Pintar con la gelatina de manera generosa con un pincel arriba de todo el bocadito. Llevar a la heladera.
Finalmente, invitar a la nona, la mama, la suegra y alguna cuñada a tomar mate.

Nota: se pueden hacer con cualquier fruta fresca o enlatada. Yo los hice más finos de espesor, pero lo pueden hacer de 1/2 centímetro que queda muy bien igual.