Descubrí la Pannacotta no hace mucho tiempo y me encantó. Es un postre italiano muy sencillo de hacer. La original parece ser que no lleva ningún tipo de aroma adicional, simplemente el que le aportan la nata y el azúcar. No estoy segura de si la vainilla está considerada como un ingrediente habitual de este postre.
Lo único que me echa atrás de la Pannacotta es su alto contenido calórico, ya que si se hace de la manera tradicional, debería llevar solamente nata en su composición. No me gusta privarme de vez en cuando de un buen postre y he descubierto que hay muchas variaciones de este hechas con ingredientes que le restan bastantes calorías, sin desmerecer mucho su sabor. Si sois de los afortunados que no tienen que de recortar calorías o grasas en su dieta, adelante con la receta original, es deliciosa.
Buscando alternativas encontré en Internet una receta que sustituía la mitad de la nata por leche, incrementaba la cantidad de gelatina para que cuajara más facilmente y me pareció una opción interesante. Es un postre que no lleva demasiada azúcar, pero aún así pensé en recortarla también a la mitad y contribuir así a hacerlo más ligero. Los puristas dirán que esto ni es Panna Cotta ni nada, pero la verdad es que paso bastante de ellos, ya hay demasiados “pijoguays” en el mundo…, así que como lleva más cantidad de leche que de nata, si quieren que la llamen “Latte Cotta”.
He probado un par de veces, he modificado un poco más los ingredientes y he conseguido hacer una Pannacotta bastante digna con la siguiente receta:
Ingredientes:
- 6 hojas de gelatina ó 3 cucharadas de agar-agar
- ½ litro de leche semidesnatada o leche de soja
- ¼ litro de nata ligera de cocinar (no para montar)
- ½ cucharadita de extracto de vainilla
- 50 grs. azúcar blanca o morena
- 1-2 cucharadas de edulcorante en polvo (Natreen, Splenda..)
- Piel de 1 naranja
Preparación
Remojar en agua fría la gelatina o el agar-agar hasta que se hidrate.
En un cazo de tamaño mediano poner la leche, nata, vainilla, azúcar y la piel de la naranja. Cuando rompa a hervir apartar del fuego, tapar y dejar infusionar durante 10 minutos.
Retirar la piel de la naranja, escurrir bien la gelatina del agua y agregarla a la leche. Poner otra vez el cazo a fuego mínimo y remover bien hasta que se disuelva la gelatina. Apartar del fuego, agregar el edulcorante y remover un poco para que se disuelva.
Dejar reposar unos minutos hasta que se enfríe un poco y notemos que empieza a espesar. En ese momento la vertemos cuidadosamente en moldes individuales y la dejamos cuajar en el frigorífico al menos 3 horas (mejor toda la noche).
A la hora de servir sumergimos unos segundos los moldes en agua bien caliente cuidando que no entre nada de agua dentro, pasamos la hoja de un cuchillo por entre la pannacotta y el molde y la despegamos. Volcamos sobre platos individuales y la acompañamos con un poco de sirope de arce (delicioso), un poco de miel de azahar o mermelada de naranja baja en azúcar clarificada.
VEGANOS: Esta receta puede convertirse en vegana si se prescinde de la nata líquida y se utiliza únicamente 1/2 litro de leche de soja y agar-agar en su confección.
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