Preparación:
Para las lentejas:
Ponemos a cocer las lentejas (cuantas nos apetezca cocinar) en una cacerola más bien estrecha y bastante profunda, con abundante agua, unos dientes de ajo partidos por la mitad, sal a gusto, un chorrillo de aceite y una ó dos hojas de laurel.
Cuando estén hechas (el mejor truco para saberlo es probándolas), apartar del fuego y escurrir el agua (si no os apetece tirarla, la podéis beber como un consomé ó guardar. Seguro que se podrá utilizar en algún otro plato).
Para los calamares en su tinta:
Servimos las lentejas en un plato hondo. Cogemos una lata de calamares en su tinta por cada comensal, preferiblemente con sistema “abre fácil”.
Con una mano, sujetamos la lata firmemente sobre una superficie sólida (una mesa, por ejemplo) y levantamos un poco la anilla (esto debiera hacer una pequeña apertura en la lata).
Introducimos el dedo índice en la anilla, apoyamos la yema del pulgar hacia la mitad de la tapa de la lata y tiramos con decisión para abrirla, procurando extraer la tapa completamente. Situamos la lata de calamares en su tinta sobre el plato y hacemos un giro de muñeca de 180º, procurando que los calamares y la tinta caigan dentro del plato de lentejas.
En caso necesario, podemos ayudarnos de una cucharilla “pa rebañar” la tinta y los trocitos que se resistan a caer en el plato. Con la misma cucharilla, removemos bien y…
¡Buen provecho!
Jesús
En serio. Ayer se nos hizo tarde para preparar la comida de hoy y se me ocurrió preparar ésto. Es lo que acabo de comer y, sinceramente, estaba delicioso. Espero no haberos molestado con la broma de los calamares. Pensé que sería divertido y que le daría cuerpo a la receta.