Mi padre nos solía hacer este postre muy a menudo, ¡aunque no fueran carnavales!
Nunca me atreví con él, bien por miedo adaptarle al mundo sin gluten para que lo comieran las peques, bien por la nostalgia de su recuerdo…
En fin, sentimentalismos aparte, me pongo manos a la obra con la receta:
Ingredientes:
- 500 gr de leche semidesnatada.
- 70 gr maicena.
- 75 gr azúcar.
- Piel de limón.
- 1 ramita de canela.
- Azucar con canela en polvo para rebozar.
- Aceite.
Preparación:
Ponemos a calentar 400 ml de leche con la ramita de canela y 2 tiras de limone hechas con un pelador para evitar llegar a la parte amarilla.
Sin que rompa a hervir, apagamos el fuego y tapamos durante 20 min para infusionar los aromas.
Mientras, disolvemos el los 100 ml de leche restante la maicena, importante hacerlo en leche fria para evitar que nos salgan grumos.
Colamos la infusión y fregamos la cazuela para evitar que se nos pegue la pasta posteriormente.
Echamos el azúcar y la mezcla de la maicena con la leche en el cazo.
Mientras esperamos a que empiece a hervir, ponemos un poquito de aceite en un tupper para que se desprenda mejor la masa.
Bajamos el fuego al mínimo y sin parar de remover con unas varillas, esperamos con un poquitín de paciencia a que la masa cuaje -entre 5 y 10 min- no tenerlo menos aunque lo veamos cuajado para evitar que la masa nos sepa a harina cruda.
Vertemos la mezcla en el tupper.
Lo tapamos con film transparente para que no nos cree costra y lo metemos al frigorífico a que enfríe y cuaje, aproximadamente 2 horas.
Lo desmoldamos y cortamos porciones cuadradas, este tipo de masas sin gluten son un poco incordiosas, así que os aconsejo ir mojando el cuchillo en agua de vez en cuando para que deslice mejor y nos quede un corte perfecto.
Pasamos cada cuadradito por maicena y huevo.
Lo freimos en aceite con el fuego medio.
Pasamos a un plato con papel para que absorva el exceso de aceite.
Y aún en templado, lo rebozamos en azúcar aromatizado con canela.
¿¿no os parece un exquisito bocado??
No animo a que probeis la receta porque estoy casi segura que todo el mundo la conoce.
Sólo espero que os guste esta pequeña adaptación al mundo sin gluten.
Las masas hechas con maicena quedan muchisimo más refinadas que con harina, puedo aseguraros que si probais, no volveis a la harina tradicional.
Recetas relacionadas:
No hay recetas relacionadas.