Ingredientes:
(todo el queso debe ser suizo para que el resultado sea el óptimo)
– 400 gr. de queso Emental
– 400 gr. de queso Gruyère
– 200 gr. de queso Appenzeller
– 1 diente de ajo
– ½ litro de vino blanco seco
– 1 cucharada de zumo de limón
– 1 cucharada sopera de maizena
– 1 vaso de vino de licor de cerezas
– Pimienta negra
– Nuez moscada
– Pan del día anterior
Preparación:
Cortar el pan en trozos cuadrados de 2 x 2 cm. aproximadamente.
Se frota una cazuela con el diente de ajo.
El queso se corta fino o se raya y se vierte en la cazuela junto con el vino y el zumo de limón (si el vino tira a semiseco o dulce).
Se pone a fuego lento y se va removiendo hasta que se derrite completamente el queso en el vino.
Se diluye la maïzena en el licor de cerezas y se mezcla con el queso fundido
Se mantiene hirviendo un par de minutos a fuego lento.
Se echa pimienta negra y nuez moscada y se lleva a la mesa manteniendo el calor con un mechero de alcohol.
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