El hacer pan hace ejercitar la “paciencia” algo elemental en las parejas, el pan necesita su tiempo y tiene sus pasos, no el nuestro, el pan nos enseña a ser menos egoístas. Finalmente, ¿Alguna vez hicieron algún sacrificio por alguien sabiendo que daría buenos frutos? Eso enseña la cebolla. Cocinamos y lloramos porque pensamos en el resultado final, con nuestra pareja pasa lo mismo, tenemos trayectos duros pero sabemos que el resultado final es estupendo porque amamos al otro.
Amigos, no es necesario que mencione a quién dedico esta receta… Ahí vamos:
Ingredientes (2 kilos de pan) pueden dividir los ingredientes para hacer la mitad. Yo los guardo en el freezer.
1 kilo de harina integral
1 cucharada de sal fina
Semillas:
• 50grs lino
• 50 grs Quínoa
• 50 grs Sésamo
• 50 grs Chía molida
• 50 grs Girasol pelado
50 grs de manteca
2 cucharadas colmadas de miel pura
50 grs de levadura de cerveza fresca
600 cc de leche descremada tibia
Preparación:
Disolver la levadura en la leche tibia. Apartar un ratito. Mientras, mezclar en un bol grande o en la mesada la harina, la sal y las semillas. Hacer un hueco en el medio y agregar la manteca y la miel. Con una mano (la más fuerte) integramos la manteca y la miel y con la otra le vamos agregando la leche con la levadura disuelta. Unimos.
Amasamos bien un rato.
Dejamos tapado en lugar tibio para que doble su tamaño.
Desgasificamos la masa, o sea, volvemos a amasar un poco y le damos la forma que queremos. Yo tengo moldes para pan pero puedes darle el tamaño y forma que quieras. Solo piensa que si tu horno cocina muy fuerte de abajo es mejor hacer pequeños tamaños.
Prender el horno al máximo. Tapar y dejar leudar al doble. Pintar con leche.
Cocinar de 15 a 20 minutos a fuego máximo.