Chichas, anualmente recuperadas

Las chichas son la elaboración previa a hacer los chorizos, es la carne del cerdo, picada y adobada, y que después es embuchada. Pero se pueden elaborar las chichas sin que aquel sea su único destino. No es necesario tener pueblo, se pueden hacer en casa fácil y rápidamente. Y para que te animes a ello te presento esta receta.
Incluída en el especial: Cocina de Castilla y León

Ingredientes:

  • Carne de la paleta del cerdo, a voluntad. Puedes empezar por un kilo.
  • Adobo: una fórmula entre tantas. En cada casa existe una similar. Las cantidades son por kilo de carne.
  • Pimentón, 20 g. Puede ser dulce, agridulce o picante o mezcla.
  • Sal, 18 g
  • Orégano, una cucharada con cogüelmo
  • Ajo, 2 dientes
  • Adapta esta fórmula a tus gustos. Haz tu fórmula.

Elaboración:

Picar la carne, con cuchillo afilado, en pequeños trozos. (Puedes comprarla ya picada).

Majar los dientes de ajo en un mortero. Añadir un poco de agua para diluir el majado.

Adobar: sobre la carne, espolvorear la sal, el pimentón y las hojas de orégano, y rociar el majado de ajo, y “amasar” la carne.

Mantener en nevera durante dos días.

Saltear a fuego fuerte en una sartén, directamente sin aceite.

Los otros destinos:

Solas con pan.

Bocadillo de chichas, solas o acompañadas de pimientos verdes fritos o de setas cultivadas a la plancha.

Huevos fritos con patatas fritas y chicas, (consumir con moderación).

Croquetas de chichas.

Migas con chichas.

Patatas chafadas con chichas.

Su receta: hervir las patatas con piel, pelarlas, chafarlas, espolvorearlas con sal y acompañarlas de chichas calentitas.

Entre otros.

Comentarios:

Se pueden congelar, se conservan bien un par de meses. Las consumo “el día de la matanza”, y, ese día, congelo varios paquetes con una determinada cantidad, en mi caso acorde al consumo de una pareja. Y periódicamente disfruto esas sensaciones tan arraigadas a tiempos pasados y al presente.

Es invierno. Es el momento de la matanza. Es otra tradición que va quedando en el olvido. Se resiste a desaparecer totalmente en los pueblos del medio rural, gracias a la última generación de ancianos que, todavía, se encuentran con fuerzas para acometer el trabajo de la elaboración de los embutidos.

Hace pocos días, en Villavendimio y en vísperas de fin de año 2012, participé en estas elaboraciones en peligro de extinción: adobar y embutir, colgar los chorizos. Desangrar, chamuscar, destazar, picar la carne y… están desapareciendo.

Incluída en el especial: Cocina de Castilla y León