Aprovecho su fiesta grande, la “Fête des lumières”, para enseñaros esta receta típica de Lyon.
El origen de esta fiesta se remonta al año 1643, cuando las autoridades de la ciudad de Lyon prometieron rendir tributo a la virgen si libraba a la ciudad de la peste. Así fue (o así lo entendieron ellos) y desde entonces todos los años el 8 de septiembre, festividad del nacimiento de la virgen, se realizaba una procesión para hacerle ofrendas en la capilla que había en la colina de la Fourvière.
En el año 1852, debía tener lugar la inauguración de una estatua de la virgen erigida en dicha colina, pero el desbordamiento del río Saône obligó a posponer el evento hasta el 8 de diciembre. Esa mañana, una tremenda tormenta cayó sobre Lyon amenazando con cancelar la celebración que tanto habían esperado. Cuando casi milagrosamente se para la tormenta y el cielo de despeja, los lioneses deciden iluminar sus ventanas y bajar a la calle a festejarlo de manera espontánea. Y esa costumbre ha llegado hasta nuestros días, ya que a partir de ese año la festividad de la virgen pasó a celebrarse el 8 de diciembre.
Yo pude disfrutar de esta fiesta en dos ocasiones durante el año y medio que viví en Lyon. Durante varios días, toda la ciudad se ilumina con “obras de arte” luminosas. Por un lado están los edificios oficiales que se adornan de múltiples maneras, bien con proyecciones en su fachada o con instalaciones en su interior.
Por otro, los vecinos de cada barrio montan también algún tipo de instalación luminosa, desde figuras tranparentes iluminadas en su interior que se bañan en una piscina de luz azul, hasta cosas más sencillas como figuras que forman con velas. Una de las cosas que a mi más me gustó fue la costumbre de poner velas de colores en las ventanas. Eso lo sigue haciendo cada vecino espontáneamente, pero el conjunto le da a la ciudad una atmósfera muy especial. Todas las instalaciones luminosas se pueden visitar gratuitamente, y como por esas fechas suele hacer bastante frío, es costumbre berberse un vasito de vino caliente mientras te pateas la ciudad de un extremo a otro.
Os recomiendo visitar Lyon en estas fechas. Aunque es muy turístico y bastante concurrido, merece la pena aunque sea sólo por la atmósfera especial que se crea en la ciudad.
QUENELLES LYONNAISES
Ingredientes (para unas 20 quenelles)
- 200 g de harina
- 3 huevos
- 250 ml de agua
- 50 g de mantequilla
- 1 pizca de sal
- 50 gr de carne de lucio (brochet) o de ave finamente picada
Preparación
En una cacerola de fondo grueso, hervir el agua con la sal y la mantequilla. Agregar la harina, y cocinar unos 5 mn a fuego suave removiendo constantemente para secar la masa.
Retirar del fuego y añadir los huevos uno a uno removiendo entre cada huevo.
Añadir la carne de pescado o ave. Cuando se enfríe, volcar la masa en una tabla enharinada y cortarla en 20 trozos. Darle a cada trozo forma de quenelle de un largo de unos 7 cm.
En un cazo, calentar agua con sal. Echarlas al agua hirviendo y retirarlas cuando suban a la superficie. Es importante retirarlas a tiempo, porque si no corremos el riesgo de que se deshagan. Servir con una salsa de tomate o con salsa nantua (yo prefiero la salsa de tomate).
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