Ingredientes
- una barra de pan que se os haya quedado duro un par de días (más ya es demasiado)
- leche
- 2 ó 3 huevos
- canela
- azúcar
Preparación
Lo primero que vamos a hacer es trocear el pan y ponerlo en una fuente con leche para que se empape bien y se ponga blandito. Es el paso que veis en la foto.
Mientras que se ablanda, en un bol ponemos los huevos, el azúcar y canela. Las cantidades de azúcar y canela van a depender sólo de vuestro gusto ya que al no estar usando harina cruda, sino pan, lo peor que nos puede pasar es que el pastel nos sepa más a pan que a pudding dulce, pero ya está. Yo recomiendo echar al menos un vaso de azúcar si sois golosetes.
Una vez hecho esto toca mezclar las dos cosas: el pan y los huevos batidos. Lo haremos de la siguiente manera. Con la mano vamos cogiendo trozos de pan chorreantes de leche y los apretamos bien para que escurran lo más posible y los vamos añadiendo al bol del huevo batido. Cuando hemos acabado con el pan removemos bien y si ha quedado demasiado espeso le añadimos un poco de leche.
Para terminar vertemos esta mezcla en un molde y lo dejamos en el horno a temperatura media de unos 175º hasta que cuaje, aproximadamente 30 minutos.
Para saber si ha cuajado bien, abrimos el horno y pinchamos el pudding con una aguja larga, si ésta sale mojada es que le falta un ratito, si sale seca o casi seca, ya podemos apagar el horno y dejarlo enfriar antes de desmoldarlo.
¡Que os aproveche!