Ingredientes para 10 magdalenas:
-150 gr de harina de repostería
-3 huevos
-150 gr de azúcar
-100 gr de mantequilla
-1 cucharadita (de postre) de levadura
Para decorar:
-1 clara
-125 gr de azúcar glas
-unas gotas de zumo de limón
-unas guindas
-10 cápsulas/moldes para magdalena
Si cocinar es para mi un placer de principio a fin, cocinar para niños remata la jugada. Son pura sinceridad, así que no enmascaran con gestos ni palabras lo que sienten cuando les ofreces el plato, y mucho menos cuando lo degustan. Son los mejores catadores, y eso lo descubrí ayer mismo.
Vamos con la preparación. La receta la cogí de un "especial cocina con niños" que hizo mía estas navidades, la revista.
En un bol, ponemos la mantequilla (menos una cucharada que reservamos) reblandecida (podemos ponerla en el micro unos segundos) con el azúcar.
Batimos hasta obtener una crema.
Añadimos los 3 huevos y batimos de nuevo.
Incorporamos una cucharadita de levadura en polvo y la harina (yo puse unas 7 cucharadas y media) en forma de lluvia, con la ayuda de un colador.
Batimos de nuevo con las varillas hasta obtener una crema sin grumos, bien ligada.
Con la cucharada de mantequilla que había reservamos, pintamos los moldes de magdalena.
Añadimos entonces la masa en los moldes de magdalena, poco a poco. No llenar del todo, sólo 2/3 del molde, que luego subirá.
Ponemos en el horno a 180º durante unos 15 minutos (vigilad tiempos, que no se os queme, y comprobad con un palillo pinchando que sale limpio, será señal de que están bien hechas)
Lo ideal con las magdalenas es que una vez que tenemos los moldecitos de papel rellenos, se ponen en moldes más resistentes, de aluminio o silicona, para evitar que se pueda derramar en la cocción. Yo no tenía y nos usé, y no hubieron grandes males.
Una vez horneadas las magdalenas, retiramos y dejamos templar.
Para hacer la glasa, en un bol batimos la clara hasta que quede blanquecina, como espumada.
Añadimos el azúcar glass.
Añadimos unas gotas de zumo de limón y volvemos a batir.
Nos quedará una crema espesa, de un color blanco brillante.
Con este glaseado, untamos las magdalenas y coronamos con unas guindas.
Listas para presentar.
Y por último las magdalenas ya emplatadas y listas para llevar, con una buena lista de adivinanzas preparadas para que estuvieran entretenidos toda la tarde.
Buen provecho.