Ingredientes para 2:
-2 rebanadas de pan de molde
-unos taquitos de jamón serrano
-bechamel (usé preparada, marca Parmalat)
-queso rallado para gratinar
-2 huevos
Preparación
Bien, echamos por tierra, el buen trabajo hecho con la ensalada, y nos ponemos con un plato gocho, de los que sólo mirarlo sabes que no deberías… pero no puedes resistirte!
Encontré esta receta en uno de mis archivos más antiguos de cocina, un álbum donde cuando me independicé, fui guardando algunas de las recetas de mi madre, y otras que descargaba de internet. Estamos hablando del año 2001, ya ha llovido! Después de lanzarme a prepararlo, me sorprendió que lo dejara 9 años en la lista de pendientes: está muy rico!
Con un cortapastas circular, o un cuchillo, cortamos un disco en el centro de las rebanadas de molde. Reservamos los discos pequeños (serán nuestras txapelas)
Ponemos unas gotitas de aceite sobre el pan y metemos a dorar al horno, en modo gratinador. Son sólo unos pocos minutos, hasta conseguir que se dore (también podéis hacerlo en la tostadora, pero corre peligro de romperse)
Mientras en una sartén con una gota de aceite de oliva, doramos los dados de jamón.
Aparte, también, freímos 2 huevos en abundante aceite de oliva caliente (recomiendo no salarlos, que el plato ya es bastante salado)
Ponemos en una fuente de horno, una camita de bechamel, y encima la rebanada de pan sin su txapela.
Colocamos en el agujerito del centro, el jamón que hemos dorado.
Encima colocamos el huevo frito.
Cubrimos con bechamel y queso rallado y gratinamos en el horno.
Retiramos cuando el queso esté derretido y dorado, y tapamos con la txapela.
Listo para presentar, buen provecho.
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