Italia, Parma, viaje con amigos, un pequeño y coqueto restaurante y… descubrimiento: raviolis sorprendentes e inolvidables, rellenos de calabaza con aromas de almendra, y salsa de mantequilla con salvia. Para mí lo importante es el relleno, un relleno con el que puedes elaborar múltiples formas de pasta italiana, ya sabes que los italianos son famosos por su imaginación en el diseño de formas de masa para rellenar (tortelli, ravioli, capelletti, canelones, etc.). Aquí hago mi versión, ya que me es difícil encontrar los amaretti.
Receta para dos
Ingredientes:
Pasta para canelones, 6 láminas
Relleno:
- 200 gr. de calabaza
- 20 gr. de azúcar
- 20 gr. de almendra cruda
- 1almendra de albaricoque (mandorla di albicocca)
- Sal
- Una pizca de nuez moscada y canela
Salsa:
30 g de mantequilla y 30 g de aceite de oliva virgen extra, zumo de limón, hojas de salvia en tiras
Adorno:
Queso parmesano rallado, hojas de salvia y ralladura de limón
Elaboración:
Mazapán:
Se tritura el azúcar y las almendras muy finamente, junto a una almendra de albaricoque, que dará un aroma a almendra amarga, muy agradable.
Relleno:
La calabaza partida en trozos se cuece cinco minutos en el horno microondas con una pizca de sal, destapada para que evapore el agua. En un recipiente se mezcla la calabaza con el mazapán, una pizca de nuez moscada y canela (ojo con las especias, no os paséis). Se deja reposar.
Se rellenan las láminas de los canelones, ya cocidas o hidratadas, con el relleno.
Salsa:
Calentar mantequilla y aceite de oliva, junto a unas hojas de salvia cortadas en tiras muy finas, añadir un poco de zumo de limón y sal.
Presentación:
Se sirven en el plato los canelones, cubriéndolos con la salsa caliente, y se salpican las hojas de salvia enteras, la ralladura de limón y queso parmesano rallado, según arte.
Salado, dulce, ácido, y amargo.
Notas: en verano, cuando consumas albaricoques rescata del interior su semilla. Te permitirá perfumar tus platos salados y dulces de aromas de almendra amarga.
Cuando estamos en otoño, mis compañeras y las de María nos regalan calabazas y cidra, de su huerto. Pelo, troceo y congelo para estar surtido durante todo el año.
La salvia la mantengo a duras penas durante todo el año en el alfeizar de una ventana interior.
El mazapán lo preparo en cantidades mayores que las usadas en esta receta con 200 g de azúcar y almendra, y uso según necesito.
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