Ingredientes (para 3 personas)
- 3 berenjenas de tamaño medio
- 1/4 Kgr. de carne de ternera picada
- 1/2 cebolla
- Bechamel (puedes hacerla tú mismo o comprarla en tetrabrick, aunque esta última te saldrá más clara)
- Tomate frito
- Aceite de oliva
- Orégano
- Pimienta negra molida
Preparación
Se lavan bien las berenjenas, se parten por la mitad y se extrae la carne de dentro con cuidado de no atravesar o estropear la piel. No hace falta que las cáscaras queden muy finas, puesto que vamos a cocinarlas.
La piel que hemos extraído se parte en trozos pequeños y se pone a pochar a fuego lento
con la cebolla picada y un buen chorro de aceite en una sartén tapada.
Mientras se pochan las verduras (hay que esperar hasta que la berenjena haya reducido y esté muy tierna, casi como una pasta), salamos bien las cáscaras que nos han quedado y las freímos a unos 150 grados en la freidora o en una sartén con abundante aceite. Esto se hace para que, no sólo se coma el relleno, sino también el resto del plato.
Cuando las verduras del relleno han terminado de pocharse, se les echa sal y se añade la carne picada, orégano, pimienta molida y como cuatro o cinco cucharadas soperas de tomate frito. Se mueve bien y cuando ya se ha hecho la carne, se prueba y se rectifica de sal. Si el relleno ha quedado demasiado caldoso, se tiene más tiempo destapado a fuego lento.
Dejamos que se enfríe un poco el relleno y vamos introduciéndolo en las cáscaras, que habremos colocado en una fuente resistente al horno.
Se cubren con la bechamel (y, opcionalmente, queso rallado) y, unos veinte o treinta minutos antes de servir, se introducen en la parte media/alta del horno para que se gratinen. Observar que el plato ya está hecho antes de pasar por el horno, por lo que basta con que veamos que la besamel adquiere el color que nos guste para retirarlo.
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