Es importante tener en cuenta:
-Para saber que el almíbar esta en su punto ponte una gotita en el dedo índice y júntalo con el pulgar, al separarlos tiene que formarse una “hebra”, sino es así, cuécelo un poco más.
-Cuece la masa de las yemas muy suave y en ningún momento dejes de removerla para que no se pegue y se queme.
-El azúcar glas que admite la masa es aproximadamente 75 gr., pero depende del tamaño de los huevos, pon un poco menos y añade más si fuera necesario, que no te queden muy “duras” pues se resecarían por dentro enseguida. El punto bien conseguido de las yemas se nota cuando se disuelven en la boca, es un verdadero placer.
-Con estas cantidades te saldrán unas 36 yemas pequeñas. Duran bastante tiempo, un mes si las conservas en envases cerrados de plástico rígido, por lo que puedes hacer más cantidad y reservar.
Ingredientes para cuatro personas
12 yemas de huevo.
- 200 gr. de azúcar.
- ½ l. de agua.
- 75 gr. de azúcar glas, más algo para expolvorear.
- Un trozo de canela en rama, medio palito.
- 3 trozos de cáscara de limón.
Modo de cocinar
Calienta en un cazo el agua, la canela, la cáscara de limón y el azúcar, deja que hierva a fuego medio hasta que el almíbar alcance el punto de hebra fuerte, unos 15 minutos.
Separa las yemas de las claras de los Huevos.
Cuela las yemas moviéndolas con una cuchara de madera, así, al colarlas, eliminaras los posibles restos de cáscara y las adherencias.
Ponlas en una cacerola y vierte sobre ellas el almíbar recién retirado del fuego, hazlo en forma de hilo, lentamente y sin parar de remover, hasta que esté todo incorporado.
Pon la cacerola a fuego muy suave y cuece la mezcla moviéndola constantemente con las varillas metálicas hasta que espese y se separe de las paredes de la cacerola, unos 10-12 minutos.
Tamiza el azúcar glas sobre un plato llano y vierte la masa de las yemas encima, voltéala varias veces con las manos impregnadas en azúcar glas o con una espátula hasta que la masa absorba el azúcar que precisa, cuando la masa adquiera consistencia coge pequeñas porciones y con las dos manos dales forma de bolitas.
Pasa las yemas por azúcar glas y ponlas en capsulas de papel rizado.
Y ahora si las quieres disfrazar, utiliza chocolate fundido para pintar o frutas glaseadas para recortar algún adorno. Este paso es cosa de tu imaginación o de los gustos preferidos de tus niños.
Guarda en un envase duro, cerrado, las que no vayas a consumir en el día y ponlas en la nevera.
¿Ves que fácil?
Anímate a prepararlas y para disfrazarlas, incluso puedes dejar a tus peques que “te ayuden”, no solamente para estas fiestas, en cualquier otra también. Seguro que pasais un rato muy divertido!!