Croquetitas de puré de castañas

Ahora que estamos en otoño y hay muchísimas castañas, estoy investigando con ellas y se me ha ocurrido este postre que es muy fácil de hacer y que se me antojaba que tenía que estar exquisito. ¡Vamos a por ellas!

Este es un postre exquisito y delicado que no hemos visto nunca publicado, y sin embargo, se nos antojaba que tenía que estar muy rico y… Bueno vamos a probarlo.

Para el puré de castañas.

250 grs. de castañas

100 grs. de azúcar

Canela

Agua.

Para la masa:

200 cl. de leche

2 cucharadas de harina de trigo

Canela en rama

Unos trocitos de corteza de un limón

Aceite de oliva virgen suave.

Azúcar.

 

Para el rebozado y la fritura:

Pan rallado

2 huevos

Aceite de oliva virgen suave.

 

Para la presentación:

Azúcar glas

Unas hojitas de menta.

 

El puré de castañas:

Procederemos poniendo agua a cocer y cuando brote a hervir, echamos las castañas y las dejamos durante unos quince minutos para que se ablanden.

 

Las pelamos cuando aún no estén frías para que la segunda piel se desprenda bien; si no, las volvemos a meter unos minutos más en el agua a cocer.

 

Una vez que estén peladas, las ponemos en el vaso de batir y las batimos hasta conseguir un puré espeso.

 

Ponemos una pizca de agua en el cazo con el azúcar, y cuando comience a hervir añadimos el puré sin parar de remover para que se incorpore bien. Añadimos un poquito de canela en polvo y seguimos removiendo hasta que reduza y quede una masa compacta.

 

La masa:

Ponemos la leche a hervir con la rama de canela y las cortezas de limón, removiendo hasta que adquiera bien el aroma. Retiramos del fuego y dejamos templar.

 

Ponemos una sartén al fuego con una cucharada de aceite de oliva virgen extra y le incorporamos la harina, removiendo para que se cocine.

 

Añadimos la leche despacio para hacer una besamel consistente, a la que incorporaremos un poco de azúcar (si fuera una besamel normal utilizaríamos sal).

 

Cuando empiece a tomar consistencia, le incorporamos el puré de castañas removiendo bien para que quede todo bien mezclado.

 

Sacamos del fuego y dejamos enfriar y tomar mayor consistencia, como si fuera una masa de croquetas normales.

 

Rebozado y fritura:

Ponemos en un plato el pan rallado y batimos los huevos en un bol. Hacemos las croquetas con una cuchara de café pasándolas primero por el pan rallado, luego por el huevo, de nuevo por el pan rallado y las vamos echando en una sartén con bien de aceite muy caliente para que se tuesten sin llegar a penetrar el calor en lo más profundo de la croqueta.

 

Las vamos dejando en otro plato cubierto con papel secante para que absorba el exceso de aceite.

 

Presentación:

Ponemos cada croqueta en un molde de magdalena pequeño, las recubrimos con un poco de azúcar glas espolvoreada y las hojitas de menta.